Dita Alangkara/CIFOR

“Lo números no necesariamente son objetivos y los datos, aunque sean obtenidos y analizados por investigadores, reflejan política y poder”, declaró una científica durante un panel de discusión sobre el uso de datos para un cambio transformador durante la última Conferencia digital del Global Landscapes Forum (GLF) Bonn 2020.

“Si hablamos de cifras, entonces también tenemos que hablar de política y del poder en la toma de decisiones”, sostuvo María Brockhaus, profesora del Departamento de Ciencias Forestales de la universidad de Helsinki.

“Las cifras no representan neutralidad… los hechos no siempre hablan por sí mismos, son sometidos a interpretación, puestos en un contexto” afirmó Brockhaus durante la sesión “Leveraging data for transformational change towards climate- and forest-friendly food systems” (aprovechar los datos para el cambio transformacional hacia sistemas alimentarios respetuosos con el clima y los bosques). Dicha sesión señaló las innovaciones y desafíos que se presentan en la recolección de datos para la toma de decisiones, análisis y verificación de resultados vistos a la luz de los compromisos de sostenibilidad.

 Los participantes escucharon sobre tecnología nueva para monitorear y medir sumideros y fuentes de gases de efecto invernadero asociados al uso del suelo. Además, analizaron la toma de datos destinados a cálculos como el Nivel de Emisión Forestal de Referencia (NEFR), una herramienta importante para la mitigación del cambio climático.

En respuesta a Brockhaus, Daniel Murdiyarso, investigador principal del Centro para la Investigación Forestal Internacional, dijo “dejemos que las cifras cuenten la historia” refiriendo que la elección de las políticas recae en los tomadores de decisiones y no en los investigadores.

Aun así, las cifras no cuentan todo el relato, afirmó Christine Lamanna, investigadora del Wolrd Agroforestry (ICRAF) y quien trabaja en adaptación al cambio climático. “Las cifras son solo una parte de la evidencia, y hay muchos otros tipos de evidencias que son importantes en la toma de decisiones y en el diseño de políticas”.

¿Cómo combinar estas pruebas ¨contundentes¨ … con otras formas de conocimiento y otras fuentes de información, incluyendo la experiencia de los agricultores? Es la pregunta que buscaron discutir los panelistas.

Mikaela Weisse, directora del proyecto Global Forest Watch del Instituto de Recursos Mundiales, describió la forma en que la nueva tecnología de Alertas de Radar para la Detección de Deforestación (RADD de sus siglas en inglés), se emplea en Indonesia para monitorear la deforestación. Afirmó que las compañías productoras de aceite de palma pueden hacer uso de los datos obtenidos por RADD para asegurarse de que los productos utilizados en la cadena de suministros no vengan de áreas deforestadas.

En Perú, comunidades indígenas emplean una tecnología similar que brinda un tipo de alerta de deforestación disponible al público, para respaldar las quejas legales sobre la deforestación local, afirmó Weisse.

“Han sido tan exitosos que en la actualidad tienen casi ninguna alerta de deforestación en su territorio”.  Pero los datos representan solo el primer paso y la información de alertas tan tempranas debe conllevar a acciones y resultados reales en el campo, agregó. Existe aún un importante desafío en la presentación de resultados e información de los trabajadores en campo en zonas sin acceso a Internet.  Las estructuras políticas y de poder son subyacentes a todos los pasos hacia el cambio transformador y la acción sobre el terreno, o fuera de él, y reconocer las dimensiones políticas de las cifras es un punto de partida para todo cambio, concluyó Brockhaus.