- Se requieren datos unificados
La investigadora Kristell Hergoualc’h, quien forma parte del Programa de Adaptación y Mitigación Sostenible de los Humedales (SWAMP por sus siglas en inglés) del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR), destacó en su presentación que las turberas de aguajales se encuentran bajo amenaza de degradación desde hace más de 30 años debido a que la recolección de sus frutos se realiza cortando las palmeras hembras, lo que causa degradación genética y cambios drásticos en la estructura y composición del bosque. Además indicó que aún no existen datos en cuanto a la extensión y distribución de la degradación, ni sobre los impactos causados sobre las reservas de carbono y las emisiones de gases de efecto invernadero de las turberas.
Hergoualc’h explicó que aunque se cuenta con datos valiosos de caracterización y mapeo de las turberas en la cuenca del Pastaza-Marañón, gracias a la investigación llevada a cabo por el IIAP, aún quedan por desarrollar mapas regionales. En ese sentido, el investigador Hirose Kazuyo, representante del Servicio Espacial de Japón, informó que la Agencia de Cooperación Japonesa (JICA) está colaborando con el Ministerio del Ambiente (MINAM) y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) en la realización de un mapeo de humedales en las regiones de San Martín y Ucayali, lo que contribuirá a preparar un mapa más preciso de las turberas amazónicas peruanas.
- Las turberas tienen que incluirse en las políticas ambientales
Otro aspecto importante destacado en el evento fue la omisión de las turberas en general, y, específicamente, de las turberas de aguajal dentro de estrategias nacionales de conservación de los ecosistemas y de mitigación del cambio climático.
En ese sentido, Walter Huamaní, especialista del Ministerio del Ambiente del Perú y secretario del Comité Nacional de Humedales, indicó que desde 1996 varias resoluciones de la Convención Ramsar han establecido lineamientos para la conservación e identificación de las turberas. Sin embargo, aunque los marcos normativos peruanos se han enfocado en ecosistemas de humedales, no mencionan a las turberas. Huamaní indicó que en la Estrategia Nacional de Humedales se hace mención a las turberas en la zona andina, más no en la región amazónica, por lo que se urge clarificar la definición de turberas para su gestión pública y establecer un mapa de turberas a nivel nacional.
- Se necesitan guías y asesoramiento para las comunidades
Los participantes también coincidieron en que hace falta desarrollar una guía de manejo sostenible de los aguajales, que incluya buenas prácticas como el escalamiento de palmeras. Al respecto, Katia López, especialista del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), destacó que su institución está trabajando con comunidades de la Reserva Nacional Pacaya Samiria, en la región Loreto, donde se realiza la cosecha de los frutos de aguaje mediante el escalamiento de las palmeras con materiales que los comuneros elaboran. Además, indicó que en esta experiencia se le da un valor agregado al recurso mediante la elaboración de productos derivados como aceites y jabones.
Por su lado, la investigadora del IIAP Eurídice Honorio, informó que esta institución está estudiando la productividad de los frutos del aguaje para generar proyecciones a mayor escala, tanto del estado de conservación de los aguajales a través de indicadores biofísicos, como de los métodos de cosecha y las causas asociadas al corte y desaparición de las palmeras para obtener sus frutos. Resaltó además la necesidad de promover el aprovechamiento de otras partes de la palmera como las fibras de las hojas, a fin de lograr un uso integral que brinde mayor valor al recurso.
- Difundir (y avanzar en) la ciencia y tecnología disponible sobre el recurso
Frente a la demanda y sobreuso del recurso, la domesticación del aguaje para su producción en plantaciones es una de las alternativas viables. En ese sentido, el investigador de IIAP Luis Freitas presentó avances del programa de mejoramiento genético del aguaje que permitió elegir un ideotipo más precoz en su floración, bajo de altura y de alto rendimiento de pulpa. También añadió que dentro de un grupo de plantas con mucha variabilidad en características biométricas, se están escogiendo los mejores individuos para seguir mejorando genéticamente la especie.
Por su lado Dennis del Castillo, director del programa Probosques del IIAP, destacó que no deben dejarse de lado los temas de inocuidad y salud en la cadena de extracción y comercialización del fruto de aguaje, indicando que se requiere mejorar las tecnologías en los procesos de transformación.