Frontera de deforestación en Brasil. Kate Evans/CIFOR-ICRAF

Los pagos por conservación, más conocidos como Pagos por Servicios Ambientales (PSA), son un instrumento popular para reducir la deforestación y conservar los bosques en los trópicos.

La estrategia consiste en ofrecer pagos condicionados, en efectivo o en productos, para que los usuarios de la tierra contribuyan activamente a la conservación de los bosques.

La razón de ser de los PSA es hacer que los bosques en pie sean más rentables que los talados. Así, los pagos por conservación deben superar el coste de oportunidad de la deforestación evitada, es decir, los beneficios perdidos por el abandono de actividades económicas dependientes de la deforestación (por ejemplo, la agricultura itinerante, la agricultura de roza y quema y la ganadería extensiva).

La mayoría de las evaluaciones de impacto de los PSA indican cierto grado de éxito en la reducción de la deforestación y la conservación de los bosques. Sin embargo, poco se sabe sobre la permanencia de los resultados de conservación una vez suspendidos los pagos.

En nuestro nuevo Infobrief (disponible en español, inglés, portugués y francés), resumimos las principales conclusiones de la evaluación de impacto de un proyecto REDD+ que pagó a pequeños agricultores de la Amazonia brasileña para reducir la deforestación. En concreto, investigamos hasta qué punto los resultados de conservación persistieron tras la finalización del proyecto, contribuyendo así a colmar una brecha de conocimiento sobre la permanencia de los resultados de los PSA. La investigación se publicó originalmente como artículo científico en la revista Ecological Economics.

Comenzamos nuestro análisis elaborando posibles escenarios para la permanencia de los resultados de conservación forestal de los PSA (Figura 1 del Infobrief).

Figura 1. Posibles escenarios para la permanencia de los resultados de conservación forestal de los PSA

Todos los escenarios (S) partían del mismo supuesto de que los PSA reducían efectivamente la deforestación y difieren en lo que ocurriría una vez finalizados los pagos, ilustrando cuatro grados de permanencia, ordenados del escenario más optimista al menos optimista.

S1) Permanencia de la reducción de la deforestación: la menor tasa de deforestación se mantuvo una vez finalizados los pagos.

S2) Permanencia de las ganancias de conservación: la deforestación se reanuda, pero las ganancias de conservación del PSA se han mantenido.

S3) Permanencia cero, es decir, pérdida total de las ganancias: la deforestación aumenta hasta que se eliminan las ganancias de conservación.

S4) Permanencia negativa: la deforestación sigue aumentando, promoviendo resultados de conservación negativos a largo plazo.

Nuestra evaluación de impacto corroboró el escenario S2. Según nuestros resultados, los PSA salvaron, de media, el 7,8 % de la cubierta forestal por propiedad beneficiada, equivalente a 6,1 ha, pero solo mientras los pagos estaban en curso.

Tras los pagos, los antiguos participantes reanudaron la deforestación, pero no a un ritmo que eliminara los resultados anteriores de conservación forestal. Esto significa que la reducción de la deforestación no fue permanente, pero se mantuvieron los beneficios de conservación derivados del PSA.

La principal lección que podemos extraer para los donantes y ejecutores de proyectos de conservación forestal es que solo se obtiene lo que se paga, mientras se paga. Por tanto, son preferibles los PSA a largo plazo para permitir que las reducciones de la deforestación persistan durante más tiempo.

Aun así, el proyecto temporal evaluado promovió resultados duraderos, ya que las ganancias de conservación logradas por el PSA se mantuvieron incluso después de finalizar los pagos.

Si bien puede que el PSA no haya resuelto de forma permanente el problema de la deforestación, pero sí supuso una ruptura de la tendencia que ha protegido los bosques durante el periodo de intervención y más allá.

Este trabajo ha sido realizado como parte del Estudio Global Comparativo sobre REDD+ del Centro para la Investigación Forestal Internacional (www.cifor.org/gcs). Entre los socios financiadores que han apoyado esta investigación se encuentran la Agencia Noruega de Cooperación al Desarrollo (NORAD, la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI) del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania (BMU, y el Programa de Investigación del CGIAR sobre Bosques, Árboles y Agroforestería (CRP-FTA) con apoyo financiero de los donantes del Fondo del CGIAR.