Instalación de Unidad de Demostración, Pará, Brasil. Foto: Jailson Takamatsu/ CIFOR-ICRAF.

Científicos y agricultores están uniendo esfuerzos para avanzar prácticas eficientes de agroforestería y agroecología en Pará, Brasil, con el establecimiento de nuevas Unidades de Demostración (UDs) agroforestales.

Las UDs son una forma de probar el proceso de implantación de la agroforestería, y que se discuten y construyen de forma conjunta con las familias que proponen implantar una unidad en sus tierras y los técnicos del equipo Brasil del Centro para la Investigación Forestal Internacional y Centro Internacional de Investigación Agroforestal (CIFOR-ICRAF).

Una Unidad de Demostración tiene un tamaño promedio de entre una y dos hectáreas y cumple varios objetivos: es un ejemplo de una situación realizable; demuestra los principios de la agroecología, puede utilizarse para el desarrollo de capacidades y sirve como referencia para la expansión de los Sistemas Agroforestales (SAF).

En el estado de Pará, CIFOR-ICRAF ha instaurado 14 UDs en el marco del proyecto SAF Dendê, con un área equivalente a 30 hectáreas. En el marco del proyecto Acelerador de Agroforestería y Restauración, se han creado ocho UDs en la región nordeste del estado, con la perspectiva de aumentar este número.

El proceso, paso a paso

El proceso de creación de una UD es continuo y lleva alrededor de un año completar todas sus etapas, explica Jimi Amaral, coordinador del equipo de Transición Agroecológica de CIFOR-ICRAF Brasil.

“La implantación de una UD implica tanto la investigación como el diálogo con las familias de agricultores para codiseñar la disposición del sistema agroforestal según el contexto específico de la zona, que se basa en los deseos y objetivos de las familias, así como el trabajo sobre el terreno”, afirma.

En primer lugar, se recopilan datos secundarios y contextuales sobre la zona, utilizando datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) para identificar si existen zonas degradadas, las prácticas agrícolas de la región y los usos del suelo. A partir de ahí se definen los municipios y regiones en los que se va a trabajar. A continuación, se inicia la fase de consulta con instituciones y comunidades. Luego se identifican las familias interesadas, sus aspiraciones y las condiciones biofísicas de la zona, y se sigue con el diálogo para codiseñar el arreglo con base en el conocimiento híbrido entre el técnico y las familias campesinas para el espacio predeterminado, orientando las aspiraciones de las familias y de CIFOR-ICRAF con base en el contexto.

“La definición del arreglo tiene en cuenta el tipo y densidad de plantas, especies anuales y otras de ciclo más corto, y las posiciones de esas especies en el espacio predeterminado para la agroforestería y a lo largo del tiempo. Hacemos un análisis financiero del potencial de ese arreglo y lo presentamos a las familias, y solo entonces nos ponemos a aplicarlo”, explica Amaral.

Toda la planificación con las familias, incluida la compra de insumos y plantones, debe realizarse antes de la ventana de siembra, es decir, antes del comienzo de las lluvias, que se producen entre noviembre y diciembre en la región.

La fase de ejecución también es conjunta, con el trabajo de la familia y la asistencia técnica de CIFOR-ICRAF. El rendimiento de la UD se supervisa de forma continua, y se recopilan datos para analizar las finanzas después de la implementación.

Para identificar a las familias interesadas en instalar una UD agroforestal, CIFOR-ICRAF Brasil cuenta con el apoyo de instituciones locales como las secretarías de Agricultura y Medio Ambiente, asociaciones, cooperativas y sindicatos de trabajadores rurales.

“El apoyo de las instituciones locales es muy importante tanto para informar y movilizar a los socios y recursos locales como para identificar el potencial de las comunidades”, afirma Amaral.

Investigación y oportunidades

La creación de UDs es también una oportunidad para la investigación. Como explica Jimi Amaral, los sistemas agroforestales son muy dinámicos y funcionan con la complejidad de la vida de los productores, es decir, con diversas posibilidades de arreglos y de gestión.

La agroecología es la ciencia básica de la investigación en las UDs y trabaja con multifactores hacia la transformación de la forma de pensar y hacer agricultura, en la que la producción de alimentos se lleva a cabo con la intensificación de las prácticas de gestión ecológica del suelo y otros principios y prácticas destinados a mejorar la vida de las familias desde un punto de vista social, político, ambiental y económico.

“Con las Unidades de Demostración podemos recoger datos y contar también con la contribución de las familias en esta tarea. Uno de los elementos de la investigación es el análisis financiero, el seguimiento y la evaluación del rendimiento de estos sistemas”, explica Amaral.

“También estamos trabajando en el análisis de la juquira (vegetación que crece en zonas abandonadas que antes eran campos y pastos) para entender la transición de la vegetación que había en la zona a la composición que habrá con la adopción de sistemas agroforestales. Además, la dinámica del carbono, es decir, cuánto había antes de la intervención y cuánto habrá después también es importante para la investigación. Trabajamos con investigación en desarrollo, es decir, promovemos la acción e investigamos los resultados de esa acción”, concluye.

El trabajo de instalación de Unidades de Demostración forma parte del proyecto Acelerador de Agroforestería y Restauración, que está siendo implementado en el sureste de Pará por The Nature Conservancy  y en el noreste del estado por CIFOR-ICRAF, con el apoyo financiero de Amazon Inc.