Paisaje agroforestal en Perú. Marlon del Águila/CIFOR-ICRAF

Anja Gassner es científica experta en agroecología y directora para Europa de CIFOR-ICRAF. 

El Marco Mundial de la Biodiversidad (GBF, por sus siglas en inglés) de Kunming-Montreal orienta las acciones en todo el mundo para preservar y proteger la naturaleza –y sus servicios esenciales para las personas– hasta 2030. Fue adoptado en diciembre de 2022 durante la 15ª Conferencia de las Partes (COP15) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas. Para ayudar a cumplir estos objetivos, un órgano consultivo científico intergubernamental de composición abierta conocido como Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (SBSTTA, por sus siglas en inglés) proporciona asesoramiento oportuno a la COP del CBD. Esta semana, el OSACTT ha reunido expertos en biodiversidad, profesionales, gobiernos y sociedad civil para facilitar la aplicación del marco. 

En el nuevo marco, el CBD reconoce por primera vez la importancia de la contribución de las tierras gestionadas para la conservación y restauración de la biodiversidad. El Objetivo A del Marco hace un llamado a las 196 partes del convenio para que proporcionen el entorno propicio para mantener, mejorar y restaurar la integridad, la conectividad y la resiliencia de todos los ecosistemas, incluidas las zonas agrícolas y urbanas. 

Este logro histórico es una contribución directa del proyecto Trees on Farms for Biodiversity (IKI-TonF), financiado por la Iniciativa Internacional del Clima de Alemania (IKI), que se implementó entre 2018 y 2021 a nivel mundial y en cinco países: Honduras, Perú, Uganda, Ruanda e Indonesia. El proyecto contribuyó directamente al desarrollo del GBF al participar activamente con el SBSTTA y el Grupo de Trabajo Abierto del GBF Post-2020; y al trabajar estrechamente con asesores técnicos y los puntos focales del CBD en los cinco países de implementación. 

Con más del 40 % de la superficie terrestre habitable del planeta dedicada a la producción de alimentos, la agricultura tiene un gran impacto en la biodiversidad, el cambio climático y el bienestar humano. Sin embargo, en su enfoque histórico sobre las áreas protegidas, el CBD ha considerado tradicionalmente la agricultura como una de las mayores amenazas para la biodiversidad sin mirar otras oportunidades. Sin embargo, en un mundo en el que el bienestar de 8000 millones de personas depende tanto de la biodiversidad natural como de la agrícola, el objetivo del CBD de “vivir en armonía con la naturaleza” solo podrá alcanzarse si los ministerios de agricultura y medio ambiente, y sus agencias, colaboran en el esfuerzo monumental y necesario para evitar la crisis de biodiversidad que se avecina. 

El nuevo GBF es, por tanto, una oportunidad política clave para salvar la desconexión entre las agencias gubernamentales y ayudar a implementar una agenda conjunta sobre producción de alimentos, bienestar humano y conservación de la biodiversidad.  

El reconocimiento de la importancia de los ecosistemas agrícolas para la conservación de la biodiversidad –y de que la forma en que utilizamos y trabajamos las tierras agrícolas es clave– proporciona por primera vez en la historia un incentivo para que los gobiernos protejan o restauren los paisajes agrícolas mixtos y complejos con árboles, y detengan la transformación de estos en paisajes monoculturales a gran escala.  

También reconoce el papel de los agricultores, incluidos los pueblos indígenas, como administradores de la tierra y su importancia en la conservación de la biodiversidad nativa y agrícola.  

Las estrategias nacionales de biodiversidad (NBSAPs) que siguen el nuevo GBF necesitan ahora enfatizar el papel de los paisajes agrícolas mixtos, y el papel de los bosques y los árboles; y deben proporcionar un mandato y agencia a los ministerios de agricultura y a los agricultores como socios en la conservación de la biodiversidad.  

Ahora que el SBSTTA está fijando su rumbo para contribuir a la aplicación del marco, esta nueva y merecida atención a estos paisajes y a su biodiversidad representa un importante punto de inflexión en el camino hacia un esperado futuro más armonioso y sostenible.