“Tenemos unos 20 años para cambiar nuestro actuar antes de que algo irreversible suceda” dijo Robert Nasi, Director General del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR), en la sesión plenaria de apertura del Global Landscapes Forum Kioto (GLF Kioto) llevado a cabo a mediados del mes de mayo, y cuyas discusiones continuarán en junio en el GLF Bonn.
En los últimos meses hemos visto una renovación de la energía y las acciones relacionadas con la mitigación del cambio climático y la protección de la biodiversidad todavía existente en el planeta. Y esa energía es necesaria hoy.
Los resultados de las investigaciones son claros y nos dicen que la prevención de catástrofes climáticas irreversibles requiere del compromiso de la población mundial con un cambio transformador dentro de la próxima década.
Del 12 al 14 de mayo, el evento GLF Kioto titulado “Cambio climático, paisajes y estilos de vida: Todavía estamos a tiempo” buscó hacer de este compromiso una realidad, a través de una experiencia de 24 horas que abarcó diferentes zonas horarias y sedes alrededor del mundo.
Dividido en tres ‘actos’, el evento incluyo: un video montaje; una serie de plenarias realizadas en paralelo a la 49ª sesión del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas, celebrado en Kioto; y una serie de foros de discusión transmitidos en vivo desde cinco continentes. Más de un centenar de ponentes expusieron y más de 13,500 personas sintonizaron el evento en vivo.
Si se lo perdió, no se preocupe. Únase a nosotros en Bonn los próximos 22 y 23 de junio, donde se tratarán temas similares a los discutidos en Kioto en tres ‘actos’.
Tenemos unos 20 años para cambiar nuestro actuar antes de que algo irreversible suceda”
Primer acto: Visualizar el cambio
El primer acto incluyó ocho horas de proyección de videos sobre cambio climático, eventos especiales y arte. En él se mostró una gama de soluciones in-situ a los problemas relacionados con el cambio climático –muchas de las cuales se encuentran en boques–. Vimos cómo en Ghana se está utilizando bambú de rápido crecimiento para restaurar paisajes en menor tiempo.
Mientras tanto, en el Caribe, jóvenes están trabajando para maximizar los ecosistemas costeros como corales y manglares para que sirvan como zonas de amortiguamiento durante eventos climáticos extremos y para hacer del área “la primera región del mundo resiliente al cambio climático”, dijo Justin Springer de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés). Y alrededor del mundo, reNature Foundation está trabajando para difundir los beneficios de la agroforestería para regenerar paisajes degradados con especies que generan ganancias.
En una sesión de preguntas y respuestas al cierre del primer acto, Terry Sunderland, investigador principal de CIFOR, brindó alcances sobre el manejo sostenible del paisaje de aquellos que probablemente lo mejor saben: los pequeños agricultores y comunidades indígenas. “Cazadores y agricultores entienden el valor intrínseco de sus paisajes, y los manejan de forma integral”, aseguró y agregó “necesitamos darle la vuelta al enfoque de paisajes y pensar dónde ya se está implementando en la práctica”.
Cazadores y agricultores entienden el valor intrínseco de sus paisajes, y los manejan de forma integral. Necesitamos darle la vuelta al enfoque de paisajes y pensar dónde ya se está implementando en la práctica”.
Segundo acto: El retorno a Kioto
El segundo acto incluyó una serie de plenarias llevadas a cabo de forma paralela a la 49ª sesión del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en la que científicos concretaron los detalles finales de los objetivos de emisiones para limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius, como fue establecido en el Acuerdo de París sobre cambio climático.
Cerca de 200 delegados de diferentes disciplinas se reunieron en el Centro Internacional de Conferencias de Kioto para compartir los desafíos y soluciones a los asuntos climáticos desde una perspectiva de paisajes.
El aprovechamiento forestal comercial figuró como una de las alternativas para mitigar el calentamiento global. Gerhard Dieterle, Director Ejecutivo de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (ITTO, por sus siglas en inglés), cuya sede está en Yokohama, enfatizó que los incentivos fiscales y la rendición de cuentas de las cadenas de oferta pueden ayudar a impulsar la forestería sostenible como una fuerza poderosa. Sin embargo, advirtió que para que esto suceda “necesitamos ver más allá de los bosques” y ayudar a los países en desarrollo a acceder a la información, tecnología y recursos financieros requeridos para tomar decisiones que estén alineadas con los objetivos sostenibles a nivel global.
Proteger los bosques que todavía existen fue también un tema importante. Adrian Lasimbang, senador de Malasia y miembro del consejo asesor de The Borneo Project, compartió cómo algunas vías para el ‘desarrollo sostenible’ pueden impactar negativamente los bosques existentes y a las comunidades, si estos son impuestos de forma insensible y desde la distancia.
Lasimbang explicó cómo los intentos de Malasia por dejar de depender de los combustibles fósiles han resultado en políticas que promueven plantas hidroeléctricas de gran escala.
“En Borneo, se ha planeado la construcción de cientos de presas usando como excusa la mitigación del cambio climático, aunque sabemos que las presas de grandes dimensiones producen altas emisiones”, explicó -y también pueden ocasionar impactos devastadores en los ecosistemas locales y los medios de vida de las comunidades indígenas-. Por esta razón, Lasimbang trabaja para ayudar a comunidades indígenas de Borneo a diseñar microsistemas hídricos de electrificación.
“Los microsistemas hídricos benefician directamente a las comunidades, solo requiere un poco de entrenamiento y empoderamiento para involucrarlos, y promueve la protección de sus cuencas y bosques”, señaló.
La restauración de ecosistemas fue otro tema sobresaliente en Kioto. Constance Okollet, presidenta de Osukuru United Women’s Network (OWN), estuvo encargada del discurso de cierre, en donde aseguró que todos podemos actuar para contribuir a revertir el cambio climático. Fundada en el 2007 en una comunidad rural agrícola de Uganda, OWN representa una respuesta a desafíos relacionados con el cambio climático tales como la pobreza, las inundaciones, las sequías y las tormentas. La restauración es un aspecto central de su trabajo: “Si la tierra luce estéril, podemos empezar sembrando árboles” afirmó. “Los árboles traerán la lluvia, aumentarán la disponibilidad de agua y reinundarán los pantanos”, describió Okollet.
Desde entonces, OWN ha estado negociando con el gobierno local para que la ayuda a las pequeñas comunidades llegue en forma de semillas y creación de capacidades, en lugar de comida.
“Dennos las herramientas para construir nuestro futuro y luchar contra la pobreza. Si nos dan dinero, no será suficiente para arreglar nuestras casas rotas”, dijo. “Pero si nos dan el conocimiento, nos empoderaremos”, destacó Okollet.
Solo tres por ciento de la inversión financiera pública para el clima se canaliza a la agricultura, la forestería, el uso del suelo y el manejo de los recursos naturales. Es mínimo, si consideramos los desafíos abrumadores a los que nos enfrentamos"
Tercer acto: La restauración no es negociable
La restauración del paisaje es extremadamente costosa, muy desafiante, específica en cuanto al contexto pero y absolutamente esencial para asegurar los medios de vida, la lucha frente al cambio climático y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) . Esa fue la conclusión a la que llegaron múltiples paneles de discusión en Bogor, Nairobi, Wageningen, Vancouver y Río de Janeiro durante el tercer acto del GLF Kioto.
Los encargados de la toma de decisiones apoyarán financieramente este trabajo solo si las historias de éxito los entusiasman, sostuvo Joyce Msuya, Directora Ejecutiva interina de ONU Medio Ambiente, ante los participantes del diálogo en Nairobi, enfocado en la nueva Década para la Restauración de Ecosistemas de las Naciones Unidas.
“Necesitamos impulsar un mayor financiamiento. Solo tres por ciento de la inversión financiera pública para el clima se canaliza a la agricultura, la forestería, el uso del suelo y el manejo de los recursos naturales. Es mínimo, si consideramos los desafíos abrumadores a los que nos enfrentamos”, añadió Msuya.
Contar con una “justificación económica” para la inversión en restauración es de vital importancia, y puede requerir convencer a gobiernos y líderes de comunidades sobre los beneficios que obtendrán al comprometer recursos, añadió Tony Simons, Director General de World Agroforestry, conocido como ICRAF en Latinoamérica.
Msuya citó estimaciones de la IUCN según las cuáles al restaurar 350 millones de hectáreas de tierras degradadas para el 2030 se producirán beneficios provenientes de los ecosistemas con un valor equivalente a nueve trillones de dólares americanos.
“Restaurar la naturaleza es una herramienta de empoderamiento económico al igual que lo es cualquier otra estrategia que los economistas pondrían frente a nosotros”, concluyó Msuya.
GLF Bonn, el evento anual del Global Landscapes Forum está a la vuelta de la esquina. Descubra cómo ser parte aquí.
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