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En uno de los mayores y continuos esfuerzos para enfrentar el cambio climático, proyectos que se llevan a cabo alrededor del mundo bajo el esquema de REDD+ (Reducción de Emisiones provenientes de la Deforestación y Degradación de los bosques) están consolidando beneficios invaluables para el futuro colectivo del planeta. Pero esto no es exactamente a un bajo costo.  ¿Quién, entonces, paga los gastos?, ¿a dónde va el dinero?, ¿cuáles son las ganancias de la inversión? y ¿por qué las respuestas a estas interrogantes no son ampliamente conocidas?

En el marco de la cobertura del Simposio sobre Inversiones y Finanzas Sostenibles del Global Landscapes Forum realizado el 30 de mayo pasado –una conferencia de alto nivel enfocada en inversiones sostenibles– conversamos con Stibniati Atmadja, investigadora del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR), quien ha trabajado, junto a un equipo, en un estudio innovador que se publicará en breve sobre el estado actual del financiamiento de REDD+. En esta entrevista, ella nos brinda una breve explicación de cómo funciona.

  • ¿Puede definir en sus propias palabras qué es financiamiento indirecto y directo para REDD+?

Financiamiento directo para REDD+ significa que la actividad incluye la marca REDD+, el título incluye el acrónimo REDD+, se dice que la actividad usa REDD+, o involucra instituciones creadas para canalizar el dinero de REDD+(por ejemplo, UN-REDD). Las actividades indirectas de REDD+ tienen los mismos objetivos pero no utilizan la marca. Una mayor cantidad del financiamiento se va a estos últimos proyectos.

  • ¿Por qué sucede esto?

Cuando me refiero a la marca, piensa, por ejemplo, en detergente. Ahí tienes “Ariel”, y otras marcas. Todos los detergentes tienen el mismo objetivo, limpiar tu ropa, pero no todos se llaman “Ariel”. Muchas de las cosas que hacemos tienen como objetivo reducir la deforestación y degradación, pero simplemente no se les llama REDD+ –por ejemplo, plantaciones, reforestación, conservación de la biosfera–. Ello crea incertidumbre sobre cómo etiquetar el financiamiento, si como REDD+ o como no REDD+.

Como en el caso de los detergentes, cada marca vende algo único. REDD+, por ejemplo, incorpora principios escritos relacionados con el monitoreo riguroso de la reducción de emisiones, cuidado de los impactos en los medios de vida y la biodiversidad, y así sucesivamente –lo que equivaldría, digamos, a los detergentes que no hacen pruebas en animales y sólo usan ingredientes naturales–.

  • Las actividades de REDD+ tienen tres etapas: preparación, implementación y pagos por resultados. ¿Cómo se distribuye el financiamiento entre los tres?

Depende del año. Cuando REDD+ comenzó a tener mayor reconocimiento a nivel global (alrededor de 2009 y 2013), y por lo tanto financiamiento, mucho del dinero fue para la fase de preparación. Conforme los países terminaron la preparación y comenzaron la implementación surgió mayor financiamiento para apoyar a aquellos trabajando en la implementación. Ahora, conforme algunos países están logrando el pago en base a resultados tenemos mecanismos tratando de atender esta fase, como el  BioCarbon Fund del Banco Mundial.

Hasta ahora, la mayor parte del financiamiento para REDD+ ha sido para la fase de preparación, porque con ello se comenzó y aún continúa. Sin embargo, se está reduciendo, y en mayor medida los donantes están tratando de apoyar la implementación y los pagos en base a resultados.

  • En general, ¿piensa que el financiamiento está aumentando, disminuyendo o es constante?

Realmente no lo sé. Sube y baja. Yo no puedo distinguir entre preparación, implementación o pagos en base a resultados con los datos disponibles.

Es importante saber que ahora con mayor frecuencia al financiamiento para REDD+ se le considera un subcomponente del financiamiento relacionado con el cambio climático, así que REDD+ compite con toda clase de financiamiento para este tema. Y como REDD+ es principalmente una actividad de mitigación, significa que tiene que competir con actividades más lucrativas que reciben ayuda financiera, tales como nuevas formas de energía, combustibles eficientes, transporte… y eso es muy difícil.

Cuando a REDD+ se le agrupa con actividades que reciben financiamiento para la adaptación, comienza a ser un serio candidato. Ahí, el manejo forestal se encuentra en el mismo nivel de oportunidades que otras medidas de adaptación que tampoco son tan atractivas en lo que se refiere a sus rendimientos. Así que si tuviéramos la flexibilidad para poner a REDD+ entre mitigación y adaptación – porque eso es — sería mejor.

  • ¿Los inversionistas consideran en general al financiamiento de REDD+ como una forma atractiva y rentable de inversión?

Bueno, primero, cuando se habla de ayuda, no se piensa en las ganancias como un objetivo. Uno piensa en un costo que no se recuperará al invertir en algo para el futuro. Si hubiera un fuerte incentivo de inversión para REDD+, entonces veríamos muchas actividades de REDD+ con financiamiento directo a través de créditos o inversión de capital, o algún tipo de mecanismo que diera la sensación de que no es realmente asistencia. Los datos que analicé corresponden a ayuda internacional al desarrollo y créditos hasta el año 2015. De éstos, casi todo el financiamiento que va directo a REDD+ (el 99%) proviene de subvenciones para el desarrollo internacional. No crédito, no capital, no préstamos.

En mi opinión, parece que todavía estamos en una fase de considerar a REDD+ como una inversión global para lograr algunos avances en el sector forestal, para que en el futuro el mundo tenga la opción de contar con bosques. Es una inversión social, eso es lo que trato de decir. Las ganancias financieras no están incluidas en la ecuación en este momento.

Si no hubiera financiamiento internacional, tal vez veríamos países pidiendo préstamos para invertir en sus bosques. Pero, hasta ahora, la mayoría de los países no lo ha hecho, y aquellos que piden préstamos no lo llaman REDD+. Lo llaman plantaciones, planificación del desarrollo del manejo forestal o similares. China, por ejemplo, tiene un préstamo enorme de 250 millones de Euros para manejo forestal, pero no le llama REDD+.

  • Y prefieren no llamarle REDD+ porque…

Para algunos países REDD+ tiene un esquema muy extrovertido de MRV (medición, reporte y verificación del carbono de los bosques). Mostrar que has hecho muchas cosas: salvaguardas, protección de la información, sistemas de monitoreo de los bosques, entregar reportes a la UNFCCC, es tal vez demasiado complicado. Para evitar todo eso, los países no le llaman REDD+. O, tal vez (el financiamiento) era sólo para continuar con algo a lo que nunca se le llamó REDD+.

Además, si eres un país que apenas está tratando de desarrollar su sector forestal, ¿por qué le llamarías REDD+?

  • Con frecuencia se dice que en este momento hay muy poco apoyo del sector privado para REDD+. ¿Por qué?

No me gustaría decir que no hay apoyo. El problema es que no lo sabemos. La información no está disponible. Creo que hay mucho apoyo del sector privado en la reducción de la deforestación y la degradación a través de la inversión en plantaciones y negocios basados en la conservación y demás, pero el monto es desconocido. Existe información de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD, por sus siglas en inglés) sobre transferencias bilaterales de países a beneficiarios, o de instituciones multilaterales a beneficiarios, pero si el recurso proviene del sector privado la información no ha sido capturada.

Hay otros estudios que hablan de las contribuciones del sector privado al financiamiento del tema climático en general. Hablan de eficiencia energética, transporte, y todo eso. Y ahí, el sector privado es enorme. Pero el manejo forestal sólo obtiene pequeños montos de financiamiento, principalmente en el mercado voluntario de compensaciones de carbono (VCM, por sus siglas en inglés). Hay muy pocos VCM en nuestro entorno, y ahí, de alguna manera, puedes ver las contribuciones del sector privado, pero, una vez más, no cuento con la información.

  • En la práctica ¿de qué forma las comunidades locales tienen un papel en los esfuerzos del sector privado?

En muchos lugares, si sólo quieres los beneficios del carbono no tienes que trabajar tanto con las comunidades, porque las comunidades no son las que generan las mayores emisiones. Mientras mantengas tu concesión protegida, entonces no hay nada más que debas hacer. Esto, sólo si tu único objetivo es el carbono. Sin embargo, ignorar a las comunidades no es realista, no es ético y no es sustentable. Muchos de los bosques son, en la práctica, manejados por las comunidades. Pero si trabajas con comunidades y mantienes la biodiversidad, entonces los costos se vuelven altos y el financiamiento privado no será suficiente. Necesitarás incluir subvenciones e involucrar a donantes, porque en la situación actual los incentivos financieros provenientes de sólo vender el carbono no pueden cubrir los costos adicionales y los riesgos que implica.

  • Es interesante, porque ahora hay tanto diálogo sobre cómo involucrar desde el principio a las comunidades locales en proyectos. ¿En realidad, esto frena la inversión?

Esto muestra los límites del sector privado en REDD+. Su rol en realidad tiene que ver con la generación de ganancias de forma sustentable y el manejo del riesgo ligado a su inversión. No puede y no debe ir más allá. En mi opinión, más allá de este punto es responsabilidad del Estado. Ha habido mucha expectativa sobre lo que el sector privado puede hacer, y esto me preocupa porque las expectativas son demasiadas.

Así, por ejemplo, si una entidad del sector privado viene, va a evaluar el compromiso comunitario principalmente en términos de manejo de riesgo a nivel social. ¿Cuál es el costo de manejar un riesgo comparado con no manejarlo? El involucramiento de la comunidad debe tener un presupuesto definido por el nivel de riesgo que se toma si no se invierte en ese presupuesto. Ese es el tipo de mentalidad que el sector privado emplea para mantener su salud financiera.

Pero en la discusión de REDD+, el papel del sector privado está, con frecuencia, mezclado con objetivos sociales como derechos indígenas, mantenimiento del estado de conservación, biodiversidad, etc. Al hacerlo así, la lógica financiera queda a un lado. Y si yo fuera del sector privado, me gustaría ver en primera instancia la lógica financiera. Creo que hay una enorme falta de entendimiento entre lo que los donantes, las ONG y los gobiernos esperan y lo que el sector privado puede hacer. El papel del sector privado necesita ser analizado y aclarado con más detalle. No está ahí ni para reemplazar el papel del Estado, ni para dañar a las comunidades.

  • Entonces, ¿cómo logramos mejorar la inclusión comunitaria en el tema del financiamiento de REDD+?

He estado pensando mucho sobre nuestra percepción de los inversionistas como grandes instituciones –fondos de pensión, fondos de capital de riesgo, lo que sea–. En REDD+, las comunidades locales también son inversionistas. Con frecuencia, son las comunidades locales las que hacen el trabajo de conservar la tierra, replantar, etc. Así que son inversionistas, invierten en áreas de las que no son dueños, en áreas que el gobierno puede incluso reasignar a otros, en algunos casos. Es decir, ¿no suena eso extraño? ¿Tú lo harías? Le estamos pidiendo a agricultores pobres que hagan un trabajo de beneficencia para todos los demás, y lo hacen, porque en verdad entienden los beneficios.

Tratarlos como inversionistas, al igual que las personas que vienen de fuera con grandes cantidades de dinero, le daría un nuevo significado a la participación del sector privado en REDD+. Por lo tanto, el sector privado incluye a las comunidades. Porque ellas invierten, no con dinero, pero con tiempo, esfuerzo y trabajo, que de otra forma nadie más daría. Te apuesto que si alguien cuantificara como inversión los esfuerzos de protección y plantación de bosques de las comunidades locales, esta sería enorme.

Si analizas el discurso sobre el sector privado, ¿quién invitaría al líder de una pequeña comunidad y hablaría con este líder como si fuera un inversionista? Con la comunidad se hablaría sobre derechos indígenas o medios de vida alternativos. Pero tenemos que pensar cómo hacer las mejores inversiones para ellos. Tenemos que ampliar la idea del sector privado, incluyendo a los actores más pequeños.

  • ¿Cómo se vinculan otras formas de financiamiento para bosques con REDD+?

A nivel macro, internacional, hay bonos para el sector ambiental –ofertas de dinero para financiar proyectos que generarán ganancias, y esas ganancias le serán reembolsadas a quien haya puesto la inversión–. Mucho va a tecnologías limpias, tales como vehículos que ofrecen eficiencia energética.

Pero de las actividades forestales, ¿cuál genera ganancias? Hasta ahora, la madera y otros recursos como la especias. Las ganancias en el sector forestal provienen de vender productos del bosque, tales como madera o leña. Históricamente, con frecuencia, esto ha llevado a la deforestación o degradación de los bosques. Así que necesitamos ser muy cuidadosos y pensar de forma innovadora sobre la generación de ganancias a partir de los bosques para financiar REDD+, porque en nuestra experiencia, en la mayoría de los casos se ha dañado a los bosques.

Si vamos un poco más lejos, la pregunta en general es cómo iniciar un negocio verde (ambiental). Especialmente en el sector forestal, esto depende de los préstamos. Y puede ser muy difícil obtener un préstamo de los bancos. Si estás extrayendo en áreas maderables ya existentes, los bancos consideran que estás produciendo y te darán un préstamo para volver a plantar. Pero si dices: “Mira, yo quiero invertir en tierras yermas, reforestarlas y cosechar en 20 años” o “estoy pidiendo un préstamo para conservar este bosque como está ahora”, los bancos no dan el financiamiento porque piensan que es muy riesgoso o no hay dinero en ello. Tal vez, esta es una oportunidad de colaboración entre los sectores público y privado, como serían gobiernos ofreciendo garantías de préstamos para la inversión en bosques. Sin embargo, con ese tipo de préstamos, el riesgo por incumplimiento es realmente alto.

El problema con la justificación económica de REDD+ es que antes, en gran medida, dependía del financiamiento del mercado de carbono. Pero ahora, al mercado de carbono se le considera sólo como la cereza del pastel, cuando antes era el pastel. Hablando con sinceridad, yo no voy a ir a una fiesta si únicamente voy a obtener una cereza. Existen muchas posibilidades, es sólo que tenemos que repensar cómo REDD+ puede generar dividendos para la gente que invierta en él.

La investigación mencionada en este artículo, próxima a realizarse, forma parte del Estudio Comparativo Global de CIFOR sobre REDD+

 Esta investigación fue financiada por la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (NORAD), la Unión Europea (EU), la Iniciativa Internacional para el Clima (IKI) del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Construcción y Seguridad Nuclear (BMUB) y COWI.

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