La vida silvestre necesita algo más que áreas protegidas
En conmemoración del Día Mundial de la Vida Silvestre (3 de marzo) y el aniversario de la firma de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Las áreas protegidas son esenciales para los esfuerzos de conservación de la biodiversidad mundial. Pero un nuevo estudio muestra que las actividades recreativas y de caza representan una amenaza importante para estos santuarios en todo el mundo.
El estudio reúne datos de casi 2.000 áreas protegidas (AP) en 149 países. El 61 por ciento de los sitios estudiados menciona la caza como una amenaza, mientras que el 55 por ciento apunta a las actividades recreativas. Los resultados revelan la existencia de una división geográfica en la que las actividades recreativas representan la amenaza principal en áreas “desarrolladas”, como América del Norte y Europa, y la caza predomina en áreas “en desarrollo”, como África Central y partes de América del Sur y Asia.
“Ello verdaderamente demuestra los diferentes usos que las personas hacen de las AP en diferentes regiones del mundo”, dice Lauren Coad, quien trabaja para la Iniciativa de Investigación sobre Carne de Monte (BRI por sus siglas en inglés) en el Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) y es coautora del estudio.
Coad señala que en regiones desarrolladas aumentar la protección del lugar puede ser relativamente sencillo: restringir las visitas turísticas a las AP, por ejemplo, puede ser una medida impopular, pero es poco probable que alguien pase hambre debido a ello. En cambio, en regiones en desarrollo, abordar la amenaza más común, la caza, es una propuesta indudablemente más compleja.