Por qué el futuro del café podría depender de los bosques
Desde amigos reunidos en una cafetería local en torno a un capuchino a estudiantes que se desvelan por las noches; los humanos dependemos del café para tener energía en nuestra vida. Y en todo el mundo, desde Brasil hasta Etiopía y Vietnam, los pequeños productores dependen de este aromático grano para subsistir.
Pero el clima cada vez más cálido podría alterar el mundo del café y de los que dependen de esta bebida cada mañana.
Los cambios en las temperaturas y en la lluvia pueden reducir la producción de café en algunas áreas, pero también pueden hacer que nuevas regiones resulten propicias para este cultivo. El cambio climático también podría afectar a las abejas polinizadoras de los arbustos que producen esos pequeños granos rojizos que despiertan a millones de personas por la mañana.
Sin embargo, hay buenas noticias para los amantes del café: según un nuevo estudio, mantener bosques saludables en las proximidades de los cultivos podría mantener la continuidad de nuestro café matutino.
“En tiempos en los que la producción agrícola se ve amenazada por el cambio climático, los servicios ecosistémicos provistos por los bosques —en este caso, la polinización— pueden ayudar a los productores a hacer frente a este fenómeno y a adaptarse”, explica Bruno Locatelli, experto en servicios ecosistémicos y adaptación al cambio climático del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) y coautor de este estudio.
Se necesita más investigaciones sobre el manejo agrícola para ayudar a los productores a mitigar los efectos del cambio climático, no solo sobre los cultivos, sino sobre los servicios ecosistémicos”.
Otras investigaciones han demostrado que el cambio climático puede afectar a la agricultura. Algunos productores quizá deban cultivar en terrenos más elevados, mientras que otros tal vez deban escoger cultivos alternativos más apropiados para las nuevas condiciones del medio.
Pero pocos estudios han evaluado el impacto combinado del cambio climático sobre los cultivos y los servicios ecosistémicos importantes para los agricultores, afirma Pablo Imbach, investigador del clima y de los ecosistemas del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT).
Si bien las personas generalmente asocian a los bosques con los servicios ecosistémicos, tales como el mantenimiento de la calidad del agua o la regulación de las temperaturas, su rol como el hogar de las abejas a menudo pasa desapercibido, señala Imbach.
“Queríamos adoptar un enfoque diferente”, afirma. “Nuestra idea no solo era analizar cómo las distintas condiciones que son propicias para el cultivo de café pueden cambiar con el cambio climático, sino cómo se asocia esto con los cambios en los servicios ecosistémicos; en este caso, la polinización”.