El enfoque de paisajes implica una visión holística. Foto Mukesh Khugsal.

La COP21 ya empezó en París y es fácil dejarse envolver por el torbellino de artículos de opinión escritos por expertos, la presencia de celebridades, los temas de moda en las redes sociales, las marchas de activistas, los dramas mediáticos y las posturas políticas.

Con algunas variaciones, el tema del momento es el deseado acuerdo global para la reducción de las emisiones colectivas de gases de efecto invernadero. Cómo hacer para que dicha reducción ocurra de una manera adecuada y cómo podemos adaptarnos a las consecuencias inevitables de nuestro actual comportamiento contaminante son temas que también están recibiendo cierta atención.

Otro tema común es el número dos, que nos mantiene en estado de alerta. La meta de los 2 grados centígrados, definida en el párrafo (también) 2 del Acuerdo de Copenhague, se ha convertido en el mantra de muchos informes preparatorios para París. De hecho, en esta última semana, el futuro de nuestros niños atravesando los “terribles 2 años” parece depender primariamente de la gestión colectiva de nuestra atmósfera, para cumplir con esta meta.

Pero está claro que el clima no lo es todo, ¿verdad? Y tampoco lo es lograr un acuerdo global.

Esta puede ser una afirmación muy dura, justo cuando más de 100 líderes mundiales están en Le Bourget presentando compromisos políticos tan arduamente obtenidos. Pero quizá por eso sea también este el momento perfecto para reflexionar acerca de cómo las aspiraciones relacionadas con el clima encajan dentro de un contexto más amplio, que incluye el desarrollo sostenible y mucho más.

Este 5 de diciembre, tendré el honor de dar la bienvenida a los socios y participantes del tercer Global Landscapes Forum en el Palacio de Congresos de París, el evento intersectorial que promueve abordar los problemas bajo un enfoque de paisajes. Este año, contamos con más de 3.000 participantes registrados, una cifra sin precedentes que demuestra la importancia que la visión de los paisajes está ganando mayor importancia en la determinación de nuestro futuro.

Dados el enorme interés y la gran cantidad de organizaciones asociadas comprometidas, el evento será una oportunidad única para compartir conocimientos y mejorar nuestra comprensión sobre el clima y el desarrollo en el marco de un enfoque de paisajes.

Los paisajes producen casi la totalidad de nuestros alimentos, proporcionan medios de vida a miles de millones de personas y son patrimonio cultural para todos. Son una piedra angular de la economía, albergan nuestra biodiversidad terrestre y son fuente de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los paisajes, por lo tanto, son los lugares donde deben llevarse a cabo muchas de nuestras acciones para un futuro más sostenible.

La reciente crisis de los incendios forestales y la humareda tóxica en Indonesia nos ayuda a ilustrar por qué debemos adoptar un enfoque de paisajes y una perspectiva de largo plazo.

Los medios de comunicación tienden a limitar los incendios forestales esencialmente al problema de las emisiones de gases de efecto invernadero y la conservación de la naturaleza. Si bien estos temas son, en efecto, fundamentales, los incendios forestales abarcan mucho más.

También entran a tallar la salud pública, la pobreza, los alimentos, los derechos, la tenencia de la tierra, las leyes, el ordenamiento y el crecimiento económico. Enmarcar la crisis de los incendios de Indonesia sobre todo en torno de preocupaciones climáticas es erróneo, en especial para quienes están más cerca del lugar de los hechos y dependen de estos paisajes afectados.

Por ello,  debemos aprovechar esta oportunidad para vincular el enfoque de paisaje con los Objetivos de Desarrollo Sostenible: todos, los 17. Lo que incluye, por supuesto, hacer frente al cambio climático.

No quiero decir que debemos comenzar por insertar el enfoque de paisajes en todas las negociaciones de alto nivel o procesos. Por el contrario, considero que un enfoque de paisajes tiene que ver principalmente con la definición y el logro de metas a nivel local, con prioridades y escenarios determinados por los que son directamente afectados.

En otras palabras, un enfoque de paisajes tiene que ver realmente con la responsabilidad a nivel local. Lo que significa que las prioridades y las soluciones variarán considerablemente, y sin duda mucho más de lo que las negociaciones globales pueden, o deben, abarcar. Aceptar tal diversidad de soluciones locales es bueno y necesario.

Replantear las disciplinas tradicionales y las fronteras sectoriales es otra de las características claves de un enfoque de paisajes. Esto se ve claramente reflejado en la agenda del Global Landscapes Forum de este año, que reúne a más de 100 organizaciones asociadas.

El programa de actividades se ha articulado en torno a cuatro temas, que ilustran una gama de aspiraciones, y la integración que se necesita para comprender y hacer realidad los paisajes sostenibles.

El primer tema,  Restauración de paisajes, ahondará en las ambiciosas iniciativas en este campo, incluyendo aquellas anunciadas por primera vez en el Foro del año pasado en Lima, y hará un balance de las experiencias y las actualizaciones sobre la investigación al respecto. También veremos nuevos compromisos, por ejemplo, en el marco de la Iniciativa 20×20.

Las sesiones sobre otro tema, el de Derechos y tenencia, debatirán experiencias recientes sobre la temática en relación a los pueblos indígenas, marcos jurídicos, empoderamiento de mujeres, y salvaguardas de REDD+.

Finanzas y comercio, el tercer tema elegido, incluirá las más recientes ideas sobre inversiones sostenibles y responsables, los nuevos y ya existentes compromisos empresariales respecto a la deforestación y cadenas de valor, y lo que se necesita para que las reformas fiscales y legislativas puedan dar paso a paisajes sostenibles.

El último tema, relacionado al Logro de los objetivos climáticos y de desarrollo puntualizará las necesidades y enfoques para el monitoreo de los acuerdos y compromisos. Hacer seguimiento de los avances involucra no solo datos, tecnología y recursos, sino también la misión, integridad y desempeño de las instituciones que ofrecen los cambios.

Adicionalmente, el Foro contará con laboratorios para la demostración de nuevas tecnologías y enfoques, presentaciones exclusivas de nuevas e importantes iniciativas, y el destacado programa liderado por jóvenes: Youth in Landscapes.

Evidentemente, el enfoque centrado en los paisajes tampoco lo es todo, pero brinda una plataforma para la búsqueda y negociación de soluciones más amplias y de apropiación local.

Al adoptar un enfoque de paisajes, se puede avanzar hacia un futuro sostenible que se adapte a las necesidades, aspiraciones y ambiciones locales, muy independientemente de las negociaciones intergubernamentales.

Un avance a nivel local también podría generar una buena contribución a los resultados globales sobre el clima que necesitamos, y a los que aspiramos llegar en París durante estas dos semanas de la COP21.

Los acuerdos globales sin duda pueden brindar un sentido de dirección y sellar la voluntad política y la financiación pública, pero al final, es la acción local la que marcará la diferencia. Y viendo la ola de noticias en los medios de comunicación durante los últimos  días, puede que sea hora de revisar aquel viejo paradigma de “Piensa globalmente, actúa localmente”, que data de Estocolmo 1972.

Esto suena en cierto modo a algo que se realiza “de arriba hacia abajo”, poniendo en primer lugar el contexto global de la Tierra, que no estoy seguro sea muy adecuado hoy en día.

Entonces permítanme terminar este artículo con una idea alternativa: “Piensa integralmente, actúa en los paisajes”.

Creo que los ciudadanos del mundo, que hoy atraviesan sus “terribles dos años”, estarán de acuerdo con nosotros en el futuro.