Las noticias del mes

¿Qué paso en junio? Las noticias forestales del mes

El inicio del Decenio de la restauración, el Gran Chaco en peligro, derechos por la biodiversidad, selvas submarinas y más
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El Gran Chaco, biodiversidad, manglares y bosque de algas.

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Se acabó junio y llegamos ya a la mitad de un año en que los desafíos de la emergencia sanitaria por la pandemia COVID-19 se sumaron a las graves crisis que enfrentamos en el campo medioambiental, que de alguna forma pasaron a segundo plano. Recientemente, sin embargo, las olas de calor que azotan a Norteamérica, el inicio de la temporada de incendios forestales y las noticias sobre temperaturas récord nos traen de regreso a una realidad latente, en la que los esfuerzos necesarios para abordar el ambiente cambiante parecen insuficientes.

En junio, el lanzamiento del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas 2021-2030 nos trajo la esperanza de que la movilización mundial necesaria para enfrentar las crisis interrelacionadas del clima, la biodiversidad y la salud pasen de las promesas a la realidad.

Estas y otras noticias destacadas, las resumimos a continuación en nuestro resumen del mes de junio.

  1. ¿Podemos restaurar un área del tamaño de China?

En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, un nuevo informe de dos agencias del sistema de Naciones Unidas ha llamado a todos los países a cumplir con los compromisos adoptados en el marco de acuerdos internacionales para rehabilitar al menos 1000 millones de hectáreas de tierras degradadas, una superficie equivalente al tamaño de China, en los próximos 10 años.

De acuerdo con la agencia de noticias IPS-Inter Press Service, el informe destaca que la humanidad está utilizando 1,6 veces más servicios de los que la naturaleza puede proporcionar de manera sostenible. Al respecto, los directores de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) coincidieron en señalar que los esfuerzos de conservación no bastan para prevenir la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas a gran escala.

Aunque hasta la fecha se estima que cada año perdemos servicios ecosistémicos por un valor de más de 10 % de nuestra producción económica mundial, las autoridades explicaron que, si se revierten esas tendencias, nos aguardan ingentes beneficios. Además, destacaron que “si se combina con acciones para frenar el aumento de la conversión de los ecosistemas naturales, la restauración puede contribuir a evitar 60 % de las extinciones de la biodiversidad previstas”, durante las próximas décadas.

Conoce más: https://bit.ly/3wfrzZo

  1. El otro gran bosque Sudamericano en grave peligro

Aunque las alarmas y campañas internacionales se suelen centrar en la Amazonía, el portal de El Espectador publicó un artículo sobre la grave deforestación en el Gran Chaco, con consecuencias terribles para la vida silvestre, los medios de vida y el clima global. Este sistema boscoso continuo es el más grande y biodiverso de América del Sur, detrás de la Amazonía; pero su destrucción en las últimas tres décadas debido a la deforestación, ganadería e incendios forestales lo han llevado a un punto crítico.

Según estudios realizados por investigadores argentinos y alemanes, el carbono almacenado en la ecorregión es 19 veces superior al que se pensaba. “Sólo para el Gran Chaco seco, hay unas 4.65Gt de carbono almacenados en la vegetación”, señaló Tobias Kuemmerle, del programa de Uso de la Tierra del departamento de Geografía de la Universidad de Humboldt en Berlín (Alemania).

Por muchos años, la comunidad científica internacional no había reparado en dicha zona por considerarla un sitio vacío, degradado y de difícil acceso, pero debido a la transformación profunda que ha experimentado, el Gran Chaco Americano y el Cerrado brasileño, entre otros ecosistemas vitales, la magnitud de las emisiones de carbono generadas es comparable a las de los sistemas tropicales.

Conoce más: https://bit.ly/3hxitlb

  1. No solo bosques, las graves consecuencias de la degradación del suelo

El portal de noticias Ojo al Clima publicó una nota en la que advierte que el deterioro ambiental causado por la actividad humana y el cambio climático provocan la disminución del 23 % de la productividad del suelo en toda la superficie terrestre. Asimismo, ocasionan el aumento en la probabilidad de sequías, poniendo en riesgo la producción de alimentos y el acceso al agua en todo el mundo.

De acuerdo con datos de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), para el año 2025, 1800 millones de personas experimentarán una escasez de agua absoluta y dos tercios del planeta vivirán en condiciones de insuficiencia hìdrica. La degradación del suelo arriesga millones de cultivos mundiales al año y provoca un incremento en los precios de los alimentos. En ese sentido, se prevé que en el 2050 habrá una caída en el rendimiento de los cultivos agrícolas de hasta 10 % a nivel global y 50 % en algunos casos extremos.

Más países están intensificando sus estrategias para alinear esfuerzos de protección de suelos con una rápida recuperación de la pandemia y así garantizar la supervivencia a largo plazo de las personas y el planeta. Este año, las acciones del CNULD se enfocan en la recuperación de las tierras degradadas a partir de la inversión inteligente y sostenible de los fondos de recuperación post COVID, ya que la protección de los ecosistemas y los suelos contribuye a una recuperación sostenible, pero también evita pandemias futuras.

Conoce más: https://bit.ly/2V920fI

  1. Los objetivos de biodiversidad necesitan del abordaje de los derechos humanos

El portal Mongabay difundió un nuevo estudio del Consorcio TICCA que señala que los derechos humanos deben incluirse en las políticas de conservación para salvar la biodiversidad del planeta. El estudio “Territorios de Vida: Informe 2021” se centra en 17 comunidades indígenas y locales en todo el mundo, y destaca cómo gracias a sus prácticas tradicionales y sistemas únicos de gobernanza han logrado proteger los bosques.

El Foro para la Biodiversidad Post-2020 o COP15, a realizarse en octubre próximo, es un espacio donde los líderes mundiales firmarán nuevos compromisos a 10 años para proteger la biodiversidad. Sin embargo, el nuevo informe difundido destaca que una de las únicas formas de conseguir los objetivos de biodiversidad mundiales y salvar la naturaleza es incluir los derechos humanos en el centro de todas las políticas de conservación y reconocer los derechos culturales y territoriales de los pueblos indígenas y locales.

Diversas investigaciones indican que la vida silvestre del planeta está desapareciendo a una velocidad sin precedentes y esta pérdida también podría ser perjudicial para los humanos ya que la mayoría de las especies tienen papeles regulatorios importantes en los ecosistemas sanos, como la mitigación de las enfermedades. De ahí, el mayor reconocimiento a los pueblos indígenas y las comunidades locales que conservan de forma activa al menos el 21 % de la superficie terrestre del planeta, un área de aproximadamente el tamaño de África, según el informe de TICCA.

Conoce más: https://bit.ly/3hCVrJR

  1. Las selvas submarinas y su papel frente al cambio climático

Es posible que alguna vez viera un verdor debajo de las olas del mar y que, sin saberlo, haya estado frente a estos impresionantes bosques submarinos o bosques de algas. Estos ecosistemas, presentes en el 25 % de las costas del planeta, podrían estar en riesgo como consecuencia de la emergencia climática global, según un estudio reciente conducido por la Universidad de Queens, en Australia.

El portal National Geographic en español destaca en un artículo que, aunque los bosques de algas se posicionan entre los más productivos del planeta por su capacidad de limpiar mucho del carbono que la actividad humana emite a la atmósfera, están amenazados y su cobertura se ha reducido significativamente. Además de enfrentarse al aumento en las temperaturas de las aguas, estos ecosistemas superficiales son presa fácil para la pesca industrial y la contaminación química de los mares, de acuerdo con el Registro de Biodiversidad mexicana.

Por su rol vital en la limpieza de la atmósfera y la subsistencia de una amplia diversidad de especies, un equipo de científicos australianos se dio a la tarea de ubicarlos en un mapa global para contribuir a su preservación y tratar de restablecer estas ‘selvas submarinas’. Los expertos coinciden en que, sin los bosques de algas, los nutrientes que el agua necesita para ser habitable se pierden. Por ello llaman a incluirlos en la agenda de conservación del mundo para su protección.

Conoce más: https://bit.ly/3hHrWqn

 

 

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