ODS1: Fin de la pobreza. Axel Fassio/CIFOR

Desde la provisión de agua potable hasta el sostenimiento de la agricultura y la regulación del clima, los bosques cumplen un papel importante en el avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que fueron diseñados para ser interdependientes.

“Los bosques son esenciales para los ODS, pero las soluciones basadas en la naturaleza que estos ofrecen no se han explicitado en la Agenda para el año 2030”, señala la investigadora Joleen Timko de la Universidad de Columbia Británica (UBC por sus siglas en inglés).

A medida que se acerca la fecha límite ( año 2020) para el cumplimiento de las metas internas de cada ODS – como proteger y restaurar los bosques-, científicos del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) y la UBC han explorado cómo integrar mejor el rol de los bosques en las políticas —a todo nivel y en todo el mundo—, de manera que los ODS puedan beneficiarse más de estos ecosistemas y brindarles más apoyo.

“Queremos que los Gobiernos, las industrias y las comunidades locales consideren de manera más integral cómo sus acciones afectan a los bosques y cómo estos pueden integrarse mejor en sus políticas, planes y estrategias, en especial donde puedan existir prioridades en conflicto”, dice Timko, autora principal de un artículo que presenta los resultados de su análisis.

Para apoyar este proceso, los autores del documento han identificado tres grupos de políticas que son especialmente relevantes para los bosques: servicios ecosistémicos y medios de subsistencia; economía verde; y derechos, justicia, igualdad e inclusión. Este denominado “enfoque de nexo de políticas”, el primero de su tipo para los bosques, constituye un medio para integrar objetivos en todos los sectores y reducir el riesgo de que las actividades relativas a los ODS se debiliten o no se refuercen unas a otras.

DESDE ECONOMÍA HASTA IGUALDAD

El mundo enfrenta el desafío de alimentar a una población en crecimiento, y a la vez luchar contra el cambio climático y reducir la deforestación.

Bajo esta perspectiva, los investigadores han observado los roles que los bosques desempeñan de manera simultánea en el sostenimiento de la agricultura, al proporcionar más del 75 por ciento del agua dulce accesible en el mundo, al almacenar carbono y al evitar brotes de enfermedades como el Ébola.

“Los responsables de las políticas y los científicos deberían ir más allá de la controversia de las visiones de ‘compartir la tierra’ y ‘conservar la tierra’, y más bien considerar enfoques de paisaje plenamente integrados”, afirma Terry Sunderland, asociado principal de CIFOR y profesor de la UBC. “Las intervenciones a escala de paisaje tienen el potencial de conciliar la agricultura, la conservación y otros usos conflictivos de la tierra a escala tanto social como ambiental”.

Otro desafío es avanzar hacia una economía verde que brinde beneficios económicos, sociales y ambientales. Para los investigadores, la gestión forestal sostenible (GFS) es también una forma de equilibrar objetivos, como, en este caso, la producción de madera, las  consecuencias sociales y las preocupaciones ambientales frente a la creciente demanda de tierras y árboles.

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“Esto requerirá que los Gobiernos desarrollen políticas y estructuras de gobierno apropiadas a nivel local para apoyar la planificación e implementación de la GFS; que incorporen las necesidades locales y hagan cumplir las regulaciones”, señala el documento.

El tercer nexo de políticas examina qué significan los derechos, la paz y la igualdad de género para los bosques. Los investigadores señalan que la gobernanza forestal “ha consistido durante mucho tiempo en una gestión vertical de arriba hacia abajo (top-down) y dirigida por el Estado, que restringe de manera coercitiva el acceso y usos de  los bosques, y los convierte de bienes comunes en materias primas, con objetivos económicos o de conservación estrechamente definidos”.

No se cumplirán los ODS a menos que estos también se logren en y alrededor de los bosques del mundo. Dado que los bosques a menudo son espacios de disputa y de refugio para las poblaciones vulnerables, el documento hace un llamado a los Gobiernos para que “proporcionen derechos claros y un mejor acceso a los bosques para los grupos marginados”.

“La participación de múltiples partes interesadas, incluida la voz de los marginados, en la formulación de políticas permite una mayor apropiación, reduce el potencial de conflicto y mejora las posibilidades de éxito de las políticas a largo plazo”, afirma el documento.

PONER EN MARCHA LA GOBERNANZA

Desde la perspectiva de Timko, la mala gobernanza es el principal obstáculo para avanzar hacia un enfoque de paisaje integrado que funcione tanto para las personas como para el planeta. “Uno de los desafíos de los ODS es establecer sistemas de gobernanza que trasciendan a todos los sectores y sean transparentes en la toma de decisiones en torno a los recursos naturales”, afirma.

“Hay una falta de comprensión del papel que desempeñan los bosques en todos los aspectos, ya sea el clima, la biodiversidad o los medios de subsistencia”, explica. “Debemos descubrir cómo comunicar mejor la evidencia existente a los responsables de las políticas en un lenguaje y un formato que puedan entender”.

Los próximos pasos en la investigación podrían intentar desentrañar aún más la relación entre los bosques y los ODS para cada uno de los tres grupos de políticas y trabajar con un Gobierno nacional para identificar los desafíos de implementar el enfoque de nexo de políticas.

“Queremos que este artículo de inicio a la conversación, para que los bosques reciban el reconocimiento que merecen por su contribución a los ODS”, concluye Timko.