Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecen la relación que existe entre la situación de nuestro planeta y los medios de subsistencia de las personas. Una reciente investigación evidencia que al atender los 17 ODS como una unidad, en lugar de manera aislada, se lograría mayor impacto. Ricky Martin.

Hoy en día,  es cada vez más urgente la lucha por proteger los recursos de nuestro planeta —particularmente nuestros bosques— en medio de las amenazas del cambio climático y la continua deforestación. Cerca de mil seiscientos  millones de personas (más del 25 % de la población mundial) dependen de los bosques para su subsistencia, de acuerdo con la  Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordados en septiembre de 2015 por las Naciones Unidas, son un conjunto de objetivos, metas e indicadores universales que los países miembro de la ONU emplearán para enmarcar sus políticas sobre los próximos 15 años. En la actualidad estos objetivos son el elemento central de los esfuerzos internacionales para trazar el curso de manera más responsable y para brindar una hoja de ruta que beneficie tanto a las personas como al planeta.

Cada uno de los 17 ODS identifica un asunto de importancia (p. ej. la pobreza, la igualdad de género, el clima, etc.) los que dentro de poco tendrán indicadores ligados a estos, con los cuales se podrá medir su progreso.

La reciente publicación “Sustainability Indicators in Practice”, explora las oportunidades y los desafíos asociados con la aplicación práctica de los indicadores.

Una de las conclusiones principales de esta publicación es la importancia de la integración, al sugerir que los ODS no requieren ser alcanzados de manera individual, sino que por el contrario podrían ser más efectivos si estuvieran entrelazados.

Este enfoque propone integrar los temas de importancia que antes se llevaban a cabo de forma separada, como el reconocer que  para conservar más área forestal, por ejemplo, no se puede alcanzar de manera independiente de otros objetivos, como el garantizar medios de vida factibles para las poblaciones locales.

“El cambio hacia un monitoreo más integrado de los indicadores de sostenibilidad representa una gran promesa” afirmó Amy Duchelle, quien participó en la redacción del libro y es investigadora del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR).

La investigación de Duchelle se enfocó en examinar un monitoreo más integrado de los resultados de emisiones de carbono y no carbono del programa de Reducción de Emisiones Derivadas de la Deforestación y Degradación Forestal (REDD+).

Agnieszka Latawiec, editora del libro y Directora de Investigación del Instituto Internacional para la Sostenibilidad con sede en Río de Janeiro, Brasil, enfatizó cómo la integración tiene gran relevancia para varios grupos de indicadores.

“Ahora vemos una gran diversidad de enfoques dirigidos la sostenibilidad, como se evidencia en la enorme gama de indicadores (mediciones de sostenibilidad) en una gran  variedad de temas. Y esta diversidad no es exactamente algo malo”.

“Sin embargo algo que el libro demuestra es que los diferentes aspectos de cada sistema están estrechamente entrelazados, lo cual significa que los esfuerzos para mejorar un indicador pueden afectar a otros”.

Latawiec concluye que varias lecciones se derivan de este nuevo entendimiento.

“Lo que hemos encontrado en todos los indicadores de sostenibilidad, es la importancia de  hacer bien las cosas simples. Esto implica, inicialmente, seleccionar un conjunto de indicadores bien fundados y fáciles de entender,  y emplearlos de manera apropiada”.

“Pero este carácter de interrelación también sugiere que, en la medida de lo posible, trabajemos con miras a mejorar los indicadores de sostenibilidad de manera colectiva, como un conjunto”.

Las salvaguardas de REDD+: un “ejemplo de la vida real”

Esta es una conclusión principal en el capítulo de Duchelle sobre REDD+, el cual pretende brindar “un ejemplo de la vida real” de dónde y cómo podría funcionar el monitoreo integrado.

En tanto que REDD+ siempre ha tenido un fuerte enfoque en la captura de carbono, el entender otros resultados relacionados ―como por ejemplo su impacto en los medios de vida y la diversidad biológica― puede ser igualmente importante para garantizar la viabilidad del programa a largo plazo.

La Salvaguardas de REDD+ de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático institucionaliza una lista corta de estos resultados que se extienden más allá del carbono, incluyendo los impactos de índole social y ambiental.

Duchelle afirma que un monitoreo más integrado, a pesar de ser ambicioso, es necesario.

“Nos permitiría entender mejor los trade-offs y las sinergias entre una variedad de resultados potenciales de REDD+. También existe potencial para un monitoreo integrado que sea más efectivo en términos económicos que monitorear los resultados por separado”.

Permanecen grandes retos

Y mientras ciertos tipos de integración sencillamente son atractivos, otros tipos se han convertido en una necesidad.

Para Duchelle, lograr que entren en operación las salvaguardas de REDD+ es un paso esperanzador en la dirección correcta, explícitamente reconociendo la necesidad de integrar la variedad de resultados de REDD+.

Sin embargo, algunos retos grandes permanecen. Entre estos están el acercar a las personas y a las organizaciones, las cuales aún trabajan de manera aislada. Además se debe considerar el obstáculo de la medición de los impactos sociales de REDD+, particularmente aquellos relacionados con los derechos y la participación local; y para ello, tal vez la información respecto a los datos nacionales y subnacionales sea insuficiente.

Para más información sobre este tema, póngase en contacto con Amy Duchelle en A.Duchelle@cgiar.org

Esta investigación forma parte del Programa de Investigación del CGIAR sobre Bosques, Árboles y Agroforestería.