Como los pasteles no se reproducen, uno no puede tenerlos y comérselos también. Sin embargo, los animales sí se reproducen y bajo ciertas condiciones se pueden cazar sin exterminarlos. Ésas son buenas noticias para África, donde la carne de monte es una de las fuentes más importantes de proteína.
En gran parte de África occidental los cazadores acabaron con las especies más vulnerables hace años. La mayoría de los animales restantes se reproducen rápido y se adaptan bien a los barbechos, áreas agrícolas y pequeños fragmentos de bosque. Los cazadores pueden capturar muchos de estos animales sin causar mucho daño.
Un artículo de Guy Cowlishaw, Samantha Mendelson, y J. Marcus Rowcliffe, de la Sociedad Zoológica de Londres, titulado Evidencia de sostenibilidad de la carne de monte post agotamiento en un mercado maduro, demuestra que el consumo de la carne de monte en partes de África Occidental probablemente es sostenible. Los autores utilizaron como ejemplo a Takoradi, la tercera ciudad más grande de Ghana. Encuestaron a cazadores y comerciantes y obtuvieron datos sobre ventas de varios miles de animales cazados por su carne para conocer cuántos animales fueron capturados y en dónde, cuántos fueron vendidos, y a qué precio. El estudio se centró sobre todo en diez mamíferos que conformaban el 84% de la carne vendida, la mayoría de los cuales eran antílopes pequeños y roedores.
Aunque los cazadores locales capturan más de un millón de kilos de estos diez mamíferos cada año no parece que estén agotándolos. En los diez casos los cazadores capturaron menos animales que los que la teoría indica que sería sostenible. Los precios de la carne de monte (ajustados por la
inflación) son mucho más bajos que hace 37 años, lo cual sugiere que las especie implicadas no están escaseando. Tampoco los animales cazados cerca de la ciudad son más pequeños que los que se capturan más lejos, como ocurre típicamente con situaciones de sobre-caza.
La caza parece haber causado el peor daño hace algún tiempo. Los autores no encontraron ningún ejemplar de algunas especies de monos, cerdos y antílopes que se reproducen de forma lenta en los mercados, lo cual implica que están escaseando o han desaparecido por completo de los bosques. Los cazadores encuestados piensan que las poblaciones de animales se redujeron en el pasado, pero ese descenso se ha nivelado en los últimos años.
Cowlishaw y sus colegas concluyen que no es necesario preocuparse mucho por la caza comercial en áreas donde ha existido por muchos años. Los problemas más grandes se presentan cuando las actividades madereras o los caminos nuevos abren nuevas áreas de bosque para la caza y en regiones donde se establecen asentamientos por primera vez. Los conservacionistas deben centrar sus esfuerzos en proteger las especies más vulnerables. A la gente se le debe permitir cazar la mayoría de las otras especies, ya que – a diferencia de los pasteles – aparentemente pueden comerlas y tenerlas también.
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Lecturas adicionales
Para solicitar una copia electrónica gratis de este documento en inglés o para enviar comentarios o preguntas a los autores usted puede escribirle a Guy Cowlishaw en: guy.cowlishaw@ioz.ac.uk
La referencia completa del artículo es: Cowlishaw, G., S. Mendelson, and J.M. Rowcliffe. 2005. Evidence for Post-depletion Sustainability in a Mature Bushmeat Market, Journal of Applied Ecology, 42, 460-8.