En uno de mis blogs anteriores expliqué cómo se calcula la superficie deforestada anualmente a nivel mundial y destaqué el hecho de que esta cifra se haya utilizado como un indicador universal del estado actual de los bosques. También les prometí retomar este tema en otra oportunidad, pero tratando los bosques y la silvicultura de una manera distinta. En lugar del reloj de la deforestación, CIFOR presenta ahora en su página principal el Reloj de los Bosques del Mundo, que utiliza cinco indicadores en lugar de uno solo. Con este nuevo reloj proponemos una perspectiva más amplia de los bosques y la silvicultura a fin de estimular la reflexión y el diálogo.
En las últimas décadas, se han llevado a cabo numerosos esfuerzos con el objetivo de definir cómo deberíamos monitorear los bosques y la silvicultura. Sin embargo, estas comunidades de expertos se han mantenido un tanto al margen de lo que ha sido la forma principal, y la más popular, de transmitir información acerca de los bosques. Los procesos internacionales para desarrollar criterios relativos al manejo sostenible de los bosques han creado, literalmente, cientos de indicadores, muchos de los cuales son difíciles de estimar o incluso entender. Los informes nacionales sobre el estado de los bosques han adoptado enfoques similares y ofrecido un panorama general que también es relativamente complejo y poco accesible. La Evaluación de los recursos forestales mundiales 2005 (FRA, por sus siglas en inglés), elaborada por la FAO, se basa en estos procesos y presenta tendencias de unas 20 variables, con una cobertura razonable de datos. Después de la Cumbre de Rio+20, estamos entrando ahora a un nuevo proceso político para determinar ‘los objetivos de desarrollo sostenible’ y ya hay especulación acerca de cuáles son los indicadores que deberíamos usar, una decisión que probablemente sea el resultado de negociaciones políticas y no científicas.
Entonces ¿cuáles son los indicadores de los bosques y la silvicultura que deberíamos utilizar si queremos transmitir una imagen representativa que al mismo tiempo sea fácil de entender? Evidentemente, necesitamos un grupo reducido de parámetros para poder transmitir la información a una audiencia más amplia. Sin embargo, los complejos conjuntos de indicadores intergubernamentales de desarrollo no cumplen esta función. Por otro lado, el uso de la deforestación como único indicador simplifica mucho las cosas y ofrece una imagen parcial. Entre estos dos extremos, hemos elaborado una lista de indicadores que nos permita crear un reloj de los bosques del mundo y la silvicultura. Cinco relojes, como la fila de relojes detrás de la recepción de un hotel que muestra la hora local en diferentes zonas, ilustran lo que está sucediendo con nuestros bosques a nivel global.
Cabe resaltar que estos indicadores no constituyen un listado completo. Se trata más bien de un conjunto de medidas para las cuales resulta que disponemos de datos. Ellas nos invitan a la reflexión y nos muestran lo que está sucediendo con los bosques en el mundo, y cómo los bosques y la silvicultura pueden contribuir a un futuro sostenible. También es importante señalar que cada reloj puede ser percibido como un indicador positivo o negativo del progreso, dependiendo de la perspectiva de desarrollo del usuario y su punto de vista político.
Reloj 1: Deforestación. Es todavía un indicador clave en la lista. Se trata de un indicador reconocido y aborda una problemática global que ocupa un lugar prioritario en la agenda política. Nos plantea interrogantes referidas a la planificación del uso de tierras y el manejo del paisaje, y al rendimiento general derivado de las nuevas tierras agrícolas. La deforestación constituye uno de los ejes del proceso REDD+. Hasta el momento, según los mejores datos de los que disponemos, la tasa anual de deforestación mundial alcanza 13 millones de hectáreas, lo que equivale a -0.41 hectáreas por segundo.
Reloj 2: Plantaciones. Las plantaciones forestales constituyen solo el 7% de todos los bosques pero son vitales para los paisajes sostenibles y el suministro sostenible de productos biológicos (particularmente fibra y energía), así como para la provisión de servicios ecosistémicos (en especial los servicios de protección de cuencas hidrográficas). Existe toda una controversia en torno al establecimiento y manejo de las plantaciones, incluyendo cuestiones relativas a los monocultivos de plantas exóticas en el trópico y sus efectos sobre la población local. Al mismo tiempo, las plantaciones producen prácticamente las dos terceras partes de la demanda de madera industrial, y es muy probable que este número continúe aumentando. La inversión en plantaciones es significativa, habiendo aumentado la superficie de bosques plantados en el mundo a una tasa de 3.4 millones de hectáreas al año (Mha/año) o 0.11 hectáreas por segundo (ha/s) (véase Carle y Holmgren 2008).
Reloj 3: Energías renovables. La biomasa provee parte importante del suministro total de energía, significa en promedio el 10% de toda la energía consumida y toda ella es renovable (véase el documento World Energy Outlook 2010 elaborado por la Agencia Internacional de Energía). Gran parte de la biomasa proviene de los bosques y los árboles, incluyendo la energía tradicional que se obtiene a partir de la leña y carbón vegetal (la que aún es vital en todas las regiones y para miles de millones de personas), los residuos y deshechos de las industrias forestales y los biocombustibles de segunda generación. Presentamos el porcentaje total de energía proveniente de la biomasa, reconociendo que parte de ella proviene de un paisaje más amplio y que también viene en forma de desechos. La energía por biomasa suministra cerca de 1.62 TW, equivalente a 45 MWh/s o prácticamente cinco veces el potencial de la energía nuclear combinada del mundo.
Reloj 4: Captura de carbono. Contrariamente al alto perfil del que goza la pérdida de área forestal, los bosques mundiales representan todavía grandes sumideros netos de carbono atmosférico. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ya lo informó en su Cuarto Informe de Evaluación. Por su parte, un estudio reciente llevado a cabo por Pan et al. lo confirma y concluye que la tasa de captura de carbono en los bosques es de 2.4 Pg CO2 eq/año, lo que equivale a 76 toneladas por segundo –una tasa cercana al 5% de todas las emisiones antropogénicas actuales. Si deducimos las emisiones derivadas de las pérdidas de bosques debido al cambio de uso de suelo, la imagen no es tan optimista, pero aún así el stock de carbono forestal está aumentando a una tasa cercana a 1.1 Pg CO2 eq/año.
Reloj 5: Valor de la comercialización de productos forestales. Un mundo con crecimiento verde hace un buen uso de los productos forestales sostenibles. Un indicador de la importancia de los productos forestales son las estadísticas comerciales anuales de la FAO (edición 2010). Aunque estas estadísticas solo incluyen los productos forestales, y no así el cada vez más valioso comercio de PFNM, ellas representan los mejores datos disponibles en la actualidad. El monto de los bienes forestales comercializados es cercano a los 230 mil millones de dólares al año, o cerca de 7,239 dólares por segundo. Esto representa una proporción pequeña pero importante (cerca del 2%) de la comercialización global de mercancías, y cerca del 10% del comercio agrupado bajo el rubro de agricultura y alimentos en algunos informes.
Espero con ansias la oportunidad de poder intercambiar opiniones sobre el reloj de los bosques del mundo, incluyendo la elección de parámetros. Si contáramos con otros indicadores confiables, entonces habría agregado más relojes para mostrar la contribución de los bosques a las economías rurales, la pérdida de especies que dependen de los bosques y, tal vez, la regulación del clima local (temperatura, suministro de agua, generación de lluvias). Pero increíblemente disponemos de pocos indicadores que cuenten con un consenso general respecto de estas variables – ¿tal vez eso sirva entonces para estimular investigación en el futuro?
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Lecturas adicionales
Carle, J. y P. Holmgren. 2008. Wood from planted forests: a global outlook 2005-2030. Forest Products Journal 58(12) 6-18. http://www.environmentportal.in/files/dec08-f.pdf.
FAO. 2006. Global Forest Resources Assessment 2005 Main report. ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/008/A0400E/A0400E00.pdf
FAO. 2010. Global Forest Resources Assessment 2010 Main report. http://www.fao.org/docrep/013/i1757e/i1757e.pdf
FAO. 2011. Global forest land-use change from 1990 to 2005. http://foris.fao.org/static/data/fra2010/RSS_Summary_Report_lowres.pdf
FAO. 2012. Forest products 2006-2010. FAO Statistics Series 201. http://www.fao.org/docrep/015/i2715m/i2715m00.pdf
IEA. 2010. World Energy Outlook 2010. International Energy Agency. http://www.worldenergyoutlook.org/publications/weo-2010/
IPCC. 2007. Climate change 2007: The physical science basis. Cambridge University Press. http://www.ipcc.ch/publications_and_data/publications_and_data_reports.shtml#.UKLqFePZ8n8
Pan, Y. et al. 2011. A large and persistent carbon sink in the world’s forests. Science 333(6045): 988-993.
WTO. 2012. International Trade Statistics 2011. www.wto.org/statistics