El cambio de uso de tierra tiene un gran impacto sobre el carbono almacenado en los manglares

Hallazgos y lecciones de una gran revisión sistemática global
, Wednesday, 8 Apr 2020
Yoly Gutierrez/CIFOR.

Los bosques de manglares son importantes para los medios de vida de millones de personas que viven en las zonas costeras. Son fuente de recursos pesqueros, protegen a las comunidades de tormentas y de la erosión costera y ofrecen innumerables beneficios.

Sin embargo, estos servicios son severamente subestimados, y, por lo tanto, los manglares están propensos a la conversión para otros usos de la tierra que ofrecen un beneficio económico inmediato. Estamos perdiendo este ecosistema único de humedales a una gran velocidad, y los impactos que la pérdida de los manglares tiene sobre los importantes beneficios que ofrecen es poco conocido.

Uno de los beneficios que ofrecen los manglares, y que es especialmente importante, es su habilidad de absorber emisiones de carbono de la atmósfera y almacenarlas como “carbono azul” en sus partes leñosas y en los suelos anegados. Esto hace de los manglares una herramienta efectiva para mitigar el cambio climático a nivel global.

Pero ¿qué es lo que sucede con esta enorme cantidad de carbono almacenado cuando se perturba a los manglares?

En colaboración con nuestros socios, un equipo de investigadores del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR), la Charles Darwin University de Australia y la National University of Singapore, unió esfuerzos para congregar a un equipo que lleva a cabo una revisión sistemática, explore y sintetice la evidencia disponible sobre el impacto que tienen el uso de la tierra y el cambio en la cobertura de la tierra (LULCC, por sus siglas en inglés) sobre el carbono azul de los manglares.

Hemos explorado qué es lo que le sucede al carbono almacenado en los ecosistemas de manglares cuando estos son afectados por la conversión y cuando son perturbados por actividades humanas, y sugerimos cómo podemos manejar de una mejor manera estos bosques costeros, que se encuentran hoy marginados y sujetos a un uso no sostenible.

Los resultados de esta revisión sistemática los publicamos recientemente en la revista científica Global Change Biology. El trabajo fue un esfuerzo explícito y acertado para usar la mejor evidencia disponible hasta el momento en la toma de decisiones relacionada con los bienes y servicios provenientes de los bosques de manglares.

 

Ojo a los números

Utilizando bases de datos de literatura científica y motores de búsqueda, examinamos la información de más de cinco mil artículos científicos y otros recursos. La mejor evidencia la obtuvimos de 478 mediciones provenientes de 37 publicaciones, en las que se llevó a cabo un proceso de revisión sistemática para minimizar sesgos. Estas publicaciones reportaron datos tomados en campo relacionados con las reservas de carbono y estudios del flujo de gases de efecto invernadero provenientes del suelo, con información de 20 de los 118 países con manglares en el mundo.

El número de publicaciones de investigación sobre manglares y el carbono ha aumentado en los últimos cinco años, lo que indica un creciente interés en su investigación por parte de la comunidad científica.

Sin embargo, observamos que la mayoría de los estudios que excluimos en nuestra revisión reportaron números de carbono azul ya sea de sitios no perturbados o afectados por el LULCC. Esta es una buena noticia porque indica que investigadores alrededor del mundo están midiendo el carbono azul. Sin embargo, existen vacíos en el conocimiento, particularmente en términos de las implicaciones del manejo del carbono cuando los ecosistemas con carbono azul son afectados por el LULCC.

Número de artículos publicados entre 1998 y octubre de 2018 incluidos en el análisis.

De la revisión sistemática aprendimos que:

  • Los bosques de manglares están sujetos a la deforestación. Tres usos principales de la tierra están remplazando las áreas de manglares alrededor del mundo, incluyendo granjas acuícolas, tierras para pastura y agricultura. También documentamos que algunos manglares que habían sufrido conversión o deforestación son reforestados mediante programas de rehabilitación y restauración.
  • El grado de pérdidas en las reservas de carbono depende de la ubicación de los manglares y del momento en que fueron convertidos. La conversión de los altos bosques de manglares ubicados en la franja baja de países tropicales como Indonesia, Malasia, Brasil y África Central, los cuales contienen las mayores reservas de carbono, resultará en mayores pérdidas de carbono. De la misma forma, entre mayor tiempo dure la conversión, mayor será el impacto en la pérdida de carbono.
  • La conversión de manglares en granjas acuícolas resultó ser el mayor factor causante de la pérdida total de reservas de carbono (83 % de biomasa y 54 % de carbono del suelo), seguido de la siembra de arroz y tierras para pasturas. La deforestación y conversión de los manglares resultará en la emisión de cerca de 450 Mg (toneladas) de carbono o 1652 CO2 por hectárea. Esto significa que perder una hectárea de manglares equivale a perder entre tres y cinco hectáreas de bosques húmedos tropicales.
  • El patrón de cambio en el flujo de gases de efecto invernadero provenientes del suelo posterior a la conversión de un manglar no es claro todavía. Sospechamos que existen grandes vacíos de información en lo que se refiere a la evaluación del flujo de gases de efecto invernadero provenientes del suelo en manglares. Por ejemplo, no encontramos reportes de ningún estudio en África. Mientras tanto, el flujo de los gases de efecto invernadero provenientes del suelo varían en el tiempo y dependiendo de su ubicación.

¿Puede la restauración de manglares recuperar el carbono perdido?

A pesar de que en todos los lugares perturbados se ha afectado al carbono de la biomasa, la mayoría de este se recupera más rápida y altamente después de la restauración que el carbono del suelo.

Cuando los manglares son convertidos a otros usos, la condición del suelo por lo general colapsa y se compacta, y recuperar su condición normal no es fácil. Este es un gran desafío, dado que la mayoría del carbono almacenado en los manglares se encuentra en el subsuelo (80 % del total de las reservas de carbono) y la mayoría de los actuales proyectos de restauración de manglares duran menos de 10 años.

Nuestros hallazgos también destacan que el grado de recuperación de las reservas de carbono depende en gran medida de la ubicación del manglar y los enfoques de reforestación.

Para lograr resultados de restauración más efectivos y confiables los financiadores deberían empezar a pensar en invertir a largo plazo, en lugar de apoyar proyectos de restauración de manglares de corto plazo.

En algunos países, los manglares y otros ecosistemas que contienen carbono azul podrían convertirse en los principales candidatos para la gestión de las  emisiones de carbono.

Incluir a los manglares en los planes nacionales de reducción de emisiones, dentro de la categoría de emisiones del sector la tierra, ayudará a los países a lograr sus objetivos climáticos cuando han sido afectados por el LULCC. La información compilada en este ejercicio es indispensable, especialmente si consideramos los esfuerzos globales para usar el carbono azul –incluyendo el carbono almacenado en manglares– para alcanzar los objetivos nacionales en el marco del Acuerdo de París de las Naciones Unidas sobre cambio climático.

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