Bogor, Indonesia (16 de febrero de 2012) Se espera que en junio de 2012 alrededor de 40,000 participantes asistan a una de las reuniones de medio ambiente más importantes en una generación – Río+20. El borrador de la agenda ha sido publicado bajo el lema “El Futuro que Queremos”, e identifica siete temas críticos para nuevas metas de desarrollo sostenible que serán dadas a conocer en Río: empleo, energía, ciudades, alimentos, agua, océanos y desastres.
Pero al mencionar a los bosques brevemente en el texto y aislados de otros temas clave, ¿realmente ayudará Río+20 aalcanzar el futuro que queremos?
Los bosques representan 31 por ciento de la superficie terrestre. Los recursos que proveen son esenciales para el sustento diario de casi 1.6 billones de personas – más de un cuarto de la población mundial.
Los bosques son fundamentales para muchos servicios de los ecosistemas, incluyendo la mitigación y adaptación al cambio climático, la influencia sobre patrones climáticos, el secuestro y almacenamiento de carbono, la provisión de alimentos y leña para muchas comunidades pobres y vulnerables, la conservación de la biodiversidad y la generación de empleo.
La ausencia de los bosques en la agenda de este año es notable. La primera reunión de Río dio un gran énfasis a los bosques y posteriormente sentó las bases para los principales acuerdos internacionales sobre medio ambiente, como la Convención Marco de la ONU Sobre Cambio Climático y la Convención de la ONU sobre Biodiversidad.
Si bien es importante que la reunión Río+20 explore nuevos terrenos y aborde los problemas emergentes del siglo 21, quienes formulan las políticas deben reconocer que los bosques son esenciales para cada uno de los desafíos que están sobre la mesa en esta reunión. Por ejemplo, el programa para la Reducción de Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación Forestal (REDD) ha tenido un papel importante en las negociaciones internacionales ayudando a integrar a los bosques en la solución para hacer frente al cambio climático. A través de este mecanismo, contamos ahora con serios avances que no habíamos tenido en las últimas dos décadas.
La Investigación realizada por el Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) y otros ha demostrado que los bosques tienen roles fundamentales pero subestimados en las siete áreas clave que se discutirán en Río+20.
Bosques y empleo
Los recursos forestales son esenciales para la subsistencia diaria de unas mil millones de personas. Un estudio mundial reciente, realizado por la Red de Pobreza y Medio Ambiente de CIFOR, encontró que los ingresos provenientes del bosque representan casi un cuarto del total del ingreso de los hogares de las personas que viven en los bosques o cerca de ellos. Es más significativo que la cantidad que ganan por la agricultura.
Muchas herramientas disponibles para la evaluación de la pobreza y los ingresos – tal como la Encuesta de Medición de Condiciones de Vida del Banco Mundial – se quedan cortas al reflejar la importancia de los ingresos a partir de los recursos naturales. El verdadero valor de los bosques en los medios de subsistencia de los pobres en áreas rurales del mundo continúa siendo invisible.
Bosques y energía
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), en algunos lugares de África, la madera empleada como combustible representan casi 90 por ciento del consumo de energía primaria. Los científicos creen que la deforestación a lo largo del Cuerno de África, particularmente por el aprovechamiento de leña, ha sido un factor de peso para la sequía generalizada en la región.
Más aún, los precios fluctuantes del petróleo y la creciente preocupación sobre el cambio climático han llevado a un nuevo compromiso con la energía renovable, lo que está incrementando la demanda de biocombustibles, como aquellos producidos a partir del aceite de palma, la jatrofa y soya. Sembrar estos cultivos para combustible contribuye a la pérdida de bosques, lo que reduce y elimina el impacto positivo de estos combustibles en la atmósfera.
Bosques y alimentos
Los bosques son un obsequio nutricional. En áreas rurales de la Cuenca del Congo por ejemplo, muchas comunidades dependen de la carne silvestre cazada en los bosques para adquirir hasta el 80 por ciento de la grasa y proteína incluida en su dieta.
Los bosques también brindan bienes y servicios que apoyan al sector agrícola, al ser el hogar de las abejas, murciélagos y otros polinizadores. Con los precios de los productos agrícolas en el nivel más alto de todos los tiempos y con altas probabilidades de permanecer así otra década, si no preservamos nuestros bosques no será posible intensificar sosteniblemente la agricultura para garantizar fuentes seguras de abastecimiento de alimentos y reducir los impactos ambientales negativos.
Bosques y agua
El agua es un recurso renovable. Pero el descuido con que ha sido utilizada, la velocidad del crecimiento de la población humana y las crecientes demandas Per cápita de agua, indican que el abastecimiento adecuado y seguro de agua es ahora una fuente importante de preocupación, gasto y tensión internacional.
En los bosques los cuerpos de agua son fuentes vitales de agua dulce para el consumo humano. Significan aproximadamente 75 por ciento del agua utilizable a nivel mundial. Se culpa a la pérdida de bosques por casi todo, desde inundaciones hasta aridez, y por las reducciones catastróficas de la calidad del agua.
Bosques y ciudades
En muchos centros urbanos en desarrollo, el carbón de leña es el combustible a elegir. En Dar es Salaam, capital de Tanzania, la proporción de viviendas que usan carbón de leña como principal fuente de energía se elevó de 47 a 71 por ciento entre 2002 y 2007.
El comercio mundial de productos forestales, que ocurre principalmente en centros urbanos, es una empresa lucrativa. Alcanzó un valor total de 327 mil millones de dólares en 2004 (o 3.7 por ciento del comercio mundial de todos los productos básicos de acuerdo con el Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de la ONU).
Bosques y océanos
Los ecosistemas costeros – tales como los bosques de manglares – son cruciales para frenar los efectos del cambio climático. Alrededor de 20 por ciento de los manglares del mundo han sido destruidos en los últimos 25 años. Esto ha ocasionado la liberación de carbono acumulado durante siglos, alterando la protección natural de la costa frente a marejadas y otros eventos climáticos.
Los manglares también son importantes para la pesca costera, ya que muchas especies de peces y crustáceos usan los bosques de manglares para albergar a sus crías. Estudios recientes han documentado la disminución de la pesca debido a la deforestación de manglares y la consiguiente pérdida de bienestar económico entre las comunidades costeras en Tailandia, Indonesia y México.
Bosques y desastres
En 2006, las comunidades rurales de Kalimantan Oriental, Indonesia, fueron devastadas por una inundación catastrófica repentina que sepultó miles de casas y campos de arroz bajo dos metros de agua. Los bosques cercanos desempeñaron un papel crucial al brindar subsistencia básica a las comunidades durante meses después del desastre. Más aun, el aprovechamiento de la madera puede contribuir a la ocurrencia de deslizamientos de tierra. De haber existido más bosques en las pendientes empinadas en Kalimantan Oriental, estos podrían haber ayudado a frenar el flujo del agua de lluvia y contenerla.
Está claro que los bosques son cada vez más importantes para los problemas que estarán en debate. Río+20 ofrece la oportunidad de hablar de los bosques en el contexto de algunos de los problemas más acuciantes del mundo e integrarlos en las soluciones. Los documentos de antecedentes no reflejan las importantes contribuciones que los bosques pueden ofrecer para la solución de los problemas que están sobre la mesa.
Habrá varias reuniones preparatorias hacia Río+20 en los próximos meses, que nos ofrecen la oportunidad de corregir la lamentable falta de atención a los bosques en la agenda de Río+20.
Dejar fuera de la ecuación a los bosques solamente garantizará que los problemas planteados en Río+20 no se resuelvan plenamente.
Este artículo fue originalmente publicado en The Conversation. Lea el articulo original aquí.
Para asegurarnos de que Rio+20 envíe un mensaje al mundo sobre la importancia de los bosques para el desarrollo sustentable, CIFOR coordinará una de las conferencias más importantes sobre bosques el 19 de Junio de 2012. La Octava Mesa Redonda en Río+20 debatirá nuevos resultados de investigaciones, las lagunas en el conocimiento, y las consecuencias en las políticas públicas de la integración de los bosques en la solución de los cuatro retos clave para avanzar hacia una economía verde: Energía, alimentos e ingresos, agua, y clima. El cupo es limitado, regístrate aquí para que no te quedes sin participar.
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