BONN, Alemania (24 de junio de 2013) _Los negociadores en las conversaciones sobre el clima en Bonn han recortado los detalles controversiales de la política relacionada con la verificación de las emisiones de carbono, alistando el camino para un mayor avance de REDD+ en la cumbre climática de las Naciones Unidas a realizarse en Varsovia en noviembre próximo.
Los debates sobre la verificación de las emisiones de carbono bajo REDD+ – marco de trabajo respaldado por Naciones Unidas para la reducción de emisiones a partir de la deforestación y la degradación forestal – se estancaron durante las negociaciones internacionales sobre cambio climático en Doha, Qatar, el año pasado.
El desacuerdo surgió al discutir si las reducciones de emisiones expuestas por los países deberían ser verificadas por un ente de verificación internacional independiente o por cada uno de los países. Ya que las acciones para reducir las emisiones en los países en desarrollo son voluntarias, varios países argumentaron que las mismas no requerían verificación independiente.
Sin embargo, debido a que REDD es financiado actualmente en gran parte por ayuda oficial para el desarrollo, los países donantes necesitan asegurarle a la sociedad civil que los fondos públicos se están gastando correctamente.
Un compromiso que involucra el análisis internacional conjunto de las reducciones de emisiones reportadas está ahora sobre la mesa, brindando un proyecto de texto que podría aprobarse en la próxima ronda de conversaciones sobre el clima a finales de este año en Varsovia.
La decisión permitirá que expertos de países desarrollados y en desarrollo realicen una revisión internacional de los informes de reducción de emisiones cuando un país en desarrollo busque financiamiento de un país desarrollado para apoyar sus reducciones de emisiones.
Requisitos para monitoreo forestal y presentación de informes
Los gobiernos también avanzaron en un acuerdo sobre los requisitos para sistemas de monitoreo forestal y presentación de informes, en la reunión del Organo Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (OSACT) en Bonn.
En virtud del acuerdo, los países que participan en REDD+ eventualmente tendrán que reportar las emisiones cada dos años, empleando las directrices del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, sin embargo habrá flexibilidad para los países menos desarrollados. Se invita a los países a que integren elementos de REDD+ en sus actividades actuales de presentación de informes a nivel nacional.
Se debatió sobre el contenido técnico de los informes bianuales de los países que reciben apoyo externo para actividades de REDD+. Las propuestas actuales incluyen información sobre cómo se establecieron los niveles de referencia de emisiones (REL, por sus siglas en inglés) frente a los cuales se va a medir las reducciones de emisiones.
Los REL son estimados de emisiones que habrían ocurrido independientemente de las actividades de REDD+ en un país. Los informes también incluirán estimados de emisiones forestales y absorciones durante el período reportado, igualmente demostrarán que los enfoques metodológicos continúan siendo consistentes, contendrán información que muestre consistencia con los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero que se toman periódicamente, proporcionarán una cuenta detallada de los métodos empleados y la descripción de los roles y responsabilidades institucionales en la medición, presentación de informes y verificación de resultados.
También está planteada una decisión sobre la revisión técnica de los niveles de referencia de emisiones. Los REL serán sometidos a revisión internacional y actualmente se están considerando las propuestas respecto a la forma en que se hará dicha revisión.
La propuesta establece los parámetros para la revisión – en particular cómo se debe evaluar la transparencia y la consistencia. Las revisiones probablemente ofrecerán recomendaciones acerca de la mejora de los REL pero no emitirán juicios o recomendaciones sobre políticas internas.
Igualmente establece procedimientos para la evaluación técnica de los REL. Esto incluye la formación de un equipo de evaluación formado por un experto de un país desarrollado y otro de un país en desarrollo.
Los encargados de la toma de decisiones determinarán el momento y frecuencia de las revisiones (de una a tres veces al año) y la manera de coordinar las respuestas a los puntos planteados por el equipo de revisión.
Hasta ahora, no existe un método claro para solucionar los desacuerdos, y parece que se usará una segunda consulta externa, pero todavía es incierto cómo se llegará a una resolución definitiva.
Financiamiento de REDD+
Los formuladores de políticas exploraron las distintas formas en que el financiamiento enfocado en el clima podría cambiar los patrones de inversión hacia un futuro de bajo carbono, incluyendo la reducción de riesgos de inversión, la estructura de asociaciones público-privadas, el potencial para un acuerdo legalmente vinculante a largo plazo y entidades financieras locales sólidas en los países receptores.
La intención original era que REDD+ debería ser financiada a través de un mecanismo de mercado, el cual incluye compensaciones de carbono (una reducción lograda en las emisiones de dióxido de carbono o de gases de efecto invernadero para compensar una emisión hecha en otra parte), pero debido a la débil demanda en los mercados de carbono después de la Conferencia sobre Cambio Climático del 2009 en Copenhague, la mayoría del financiamiento para el esquema depende ahora de los presupuestos de ayuda para el desarrollo.
Esto vincula los fondos de ayuda a la verificación basada en resultados, la misma que debe probar que se han hecho mejoras medibles – nuevo escenario para la asistencia internacional para el desarrollo que plantea retos a los donantes y a los países receptores.
Bajo una formula de verificación basada en resultados, los países en desarrollo aceptarían recibir ayuda para el desarrollo en forma condicional. Si el desempeño cae por debajo de los niveles esperados, los países donantes que se han comprometido a proporcionar asistencia a estos países desembolsarían menores cantidades.
Durante varios años se ha discutido la mejor forma de regir a REDD+ y varios países argumentan contra los mercados en forma regular, en tanto que otros favorecen esta opción. La puerta está todavía muy abierta a un mecanismo de mercado, pero también se está explorando activamente otras opciones.
Los mecanismos financieros de mercado y de no mercado se discutieron sin resultados. A pesar de que los mercados financieros pueden ofrecer la mejor opción para la entrega de grandes cantidades de fondos y para el financiamiento sostenible de REDD+, los negociadores enfrentan muchos obstáculos técnicos que tienen que superarse para que los mercados se conviertan en una opción viable.
La agricultura llega a la mesa de conversaciones sobre el clima
En la actualidad, la agricultura contribuye entre 15 y 18 por ciento de las emisiones mundiales, y es la principal causa de la deforestación. Las emisiones están aumentando con mayor rapidez en el mundo en desarrollo que en los países desarrollados, donde están estables o en descenso.
Al mismo tiempo, muchos países en desarrollo dependen del aumento de sus resultados agrícolas para mejorar los medios de vida de los agricultores en áreas rurales, los que se han visto comprometidos por la creciente tensión relacionada con el cambio climático.
Los sistemas de producción de alimentos generan emisiones elevadas, pero su reducción con frecuencia sucede a expensas del costo de la producción de los mismos. Se requiere la colaboración internacional para llegar a un equilibrio entre la seguridad alimentaria y las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero.
En Bonn, los gobiernos acordaron definir el alcance del papel de la agricultura en la lucha contra el cambio climático. Decidieron conducir una encuesta entre las partes interesadas clave y los gobiernos involucrados, para evaluar las oportunidades de un acuerdo internacional que apoyaría la adaptación y la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector.
Se ha pedido a los países y a los delegados observadores que presenten sus observaciones y que las incluyan en un documento que apoye un taller de trabajo técnico durante las conversaciones sobre el clima en Varsovia. El resultado de este taller debería conducir a ideas más claras para las acciones y a un proyecto de texto para negociaciones futuras. En este momento se espera que este taller de trabajo conduzca a la colaboración internacional para la reducción de emisiones, apoyando al mismo tiempo las mejoras en la seguridad alimentaria.
Surge el debate sobre los ecosistemas con alto contenido de carbono
Otro tema emergente en el debate sobre el clima es el trabajo de Naciones Unidas sobre ecosistemas con alto contenido de carbono, que incluye turberas y manglares. En Varsovia se revisarán los esfuerzos para consolidar las recomendaciones científicas para la gestión de los ecosistemas con altos niveles de carbono, basándose en talleres de trabajo anteriores sobre “carbono azul” o ecosistemas oceánicos asociados al carbono.
Hasta hace poco, dichos bosques con alto contenido de carbono como los manglares y las turberas, no habían sido considerados específicamente por la Convención Marco de las Naciones Unidas Sobre Cambio Climático (CMNUCC) para su discusión.
Las tasas de deforestación en turberas y manglares tropicales se encuentran entre las más altas de cualquier ecosistema de bosque tropical. Al priorizarlos, se brinda oportunidades para la conservación y se creará conciencia con respecto a que las amenazas a estos ecosistemas también plantean amenazas a la atmósfera.
Los talleres de trabajo son el primer paso para iniciar una conversación importante sobre la colaboración internacional para reducir estas emisiones. En su momento, la CMNUCC recopilará información técnica de los expertos para ayudar a la formulación de políticas que puedan llevarse a un nivel internacional. Todavía no está claro cómo esto conducirá a decisiones o resultados.
Para mayor información sobre los temas tratados en el presente artículo, sírvase contactar a Lou Verchot al correo electronico l.verchot@cgiar.org
Esta investigación forma parte del Estudio Comparativo Global sobre REDD+, dentro del Programa de Investigación de CGIAR sobre Bosques, Arboles y Agroforestería. Cuenta con el apoyo de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo, AusAid, el Departamento para Desarrollo Internacional del R.U. (DFID) y la Comisión Europea.
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