BOGOR, Indonesia (3 de septiembre de 2013) _Conflictos por la tierra entre las empresas de aceite de palma y las comunidades en Indonesia. Invasores sin documentación de derechos sobre la tierra en Brasil. Líderes locales que utilizan prácticas habituales para ganar favores en Tanzania. Intrusión de una empresa agroindustrial en un parque nacional en Camerún. Poca claridad en los derechos sobre el carbono en Vietnam.
Estos son solamente algunos de los muchos problemas complejos sobre tenencia de tierras en que los proponentes de los proyectos REDD+ alrededor del mundo están trabajando arduamente.
Pero sus mejores esfuerzos pueden no ser suficientes para resolver la seguridad de la tenencia, según un estudio del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR).
“En la mayoría de los casos, los proponentes están tratando de resolver a nivel local los retos de tenencia cuyos orígenes y alcance van mucho más allá de los límites del proyecto”, dijo William Sunderlin de CIFOR, autor principal del trabajo “¿Cómo abordan los proponentes de REDD+ los problemas de tenencia?”.
La seguridad de la propiedad es una condición necesaria para el éxito de REDD+, mecanismo propuesto para reducir las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques, que ofrece a los gestores de tierra incentivos condicionales para mantener los bosques en pie.
Si no está claro quién tiene los derechos a los bosques o al carbono, entonces no queda claro quién es responsable por la reducción de las emisiones o quién puede reclamar los beneficios. Más aun, cualquiera que no tenga la certeza de su tenencia, tiene poco incentivo para tomar parte en las actividades de REDD+. La falta de claridad en la tenencia también podría provocar una alta demanda del carbono forestal, la violación de los derechos existentes y el daño a los medios de vida locales.
Propiedad privada, ¿manténgase fuera?
Para Sunderlin y sus colegas, la tenencia de aquellos que viven en los bosques es de particular preocupación, “porque son ellos los que implementarán REDD+ en el terreno y quienes se beneficiarán o perderán con su método de implementación”.
Ellos también son los que trabajan con diversas organizaciones que están ejecutando proyectos de demostración en las aldeas de países ricos en bosques. El estudio de CIFOR examinó la tenencia en 19 lugares de dicho proyecto, abarcando 71 aldeas en Brasil, Camerún, Indonesia, Tanzania y Vietnam. Los investigadores preguntaron a los pobladores acerca de sus percepciones sobre su tenencia y a los proponentes del proyecto acerca de sus acciones relacionadas con la tenencia.
Más de la mitad de las aldeas encuestadas informaron que la tenencia de por lo menos parte de su tierra era incierta. Mencionaron la competencia por tierras, invasiones y falta de título como algunas de las principales razones.
Aun así, “las amenazas más grandes a la seguridad de la tenencia son los reclamos externos sobre tierras forestales”, dijo Sunderlin. Muchas aldeas luchan por mantener a otros afuera, tales como aldeanos vecinos, colonizadores, empresas de extracción maderera y empresas agroindustriales.
Si bien los residentes de la mayoría de aldeas consideraban que tenían el derecho de excluir a los intrusos, la investigación de campo reveló que casi un quinto de las aldeas no había tenido éxito en excluir a los extraños no deseados.
En general, los proponentes del proyecto identificaron aun más problemas con la tenencia que los que señalaron los locales, aunque solo sea porque los pobladores están más interesados en su bienestar, en tanto que los proponentes también están preocupados por REDD+.
“Los resultados de nuestra entrevista sugieren que las organizaciones proponentes están tomando en serio los temas de la tenencia”, dijo Sunderlin.
“Han empezado a reducir la inseguridad de la tenencia en los lugares del proyecto y han movilizado recursos considerables para enfrentar el problema”.
Las acciones comunes consisten en abordar las causas de los conflictos, demarcar los límites de la aldea y del bosque mediante mapas, desarrollar planes espaciales de ordenamiento territorial, identificar a los portadores de derechos legales y registrar la propiedad.
Otros enfoques dependen del contexto específico. En Tanzania, algunos proponentes están trabajando para obtener certificados de propiedad de la tierra en la aldea con el fin de fortalecer la base legal para la gestión comunitaria del bosque. Un proyecto en Indonesia está solicitando al gobierno el estatus de hutan desa (bosque de la aldea), que otorga a las aldeas derechos legales relativamente sólidos y una línea de defensa contra externos que hacen reclamos.
Una ardua batalla
Sin embargo, cualquiera que haya sido su avance, ninguno de los proponentes piensa que su trabajo está terminado.
“En algunos proyectos hay optimismo de que la inseguridad de la tenencia está en camino de ser resuelta”, dijo Sunderlin. “Pero otros consideran que todavía hay grandes retos por superar”.
Y tienen razón, dicen los autores, especialmente debido a que los proponentes están actuando por propia iniciativa y con poca ayuda externa.
“La mayoría de los proponentes están experimentando una divergencia considerable entre las herramientas aplicadas y la envergadura del reto de la tenencia”, dijo Sunderlin.
“Las mejores soluciones en muchos casos no pueden ser los esfuerzos dispersos para la aclaración de la tenencia dentro de los límites del proyecto, sino más bien, requieren una reforma integral a lo ancho del paisaje”.
Será necesaria una acción urgente por parte de los gobiernos nacionales y una mejor integración de los esfuerzos nacionales y locales, dijeron los autores. Los donantes también pueden apoyar los esfuerzos asignando fondos específicamente para problemas de tenencia.
La lista de tareas recomendadas es larga y onerosa: los gobiernos deben mejorar las consultas, aclarar las denuncias de tierra, poner los datos a disposición del público, hacer cumplir las leyes y lograr claridad sobre los derechos de carbono, entre otras.
Para los proponentes, el alcance total del problema y la suficiencia de sus soluciones, probablemente no se revelen hasta que REDD+ ya esté en marcha.
“Se sugiere a los proponentes que anticipen más complicaciones que podrían surgir cuando se introduzca REDD+ en una escala más grande”, dijo Sunderlin.
“Pueden partir del supuesto que, en muchos casos, REDD+ será implementado en lugares álgidos donde los conflictos y la falta de claridad en la tenencia son la norma”.
El presente trabajo forma parte del Estudio Comparativo Global de CIFOR sobre REDD+ y fue desarrollado como parte del Programa de Investigación de CGIAR sobre Bosques, Arboles y Agroforestería. Cuenta con el apoyo de AusAid, el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID) y la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (NORAD).
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