La agricultura y la ganadería siguen siendo las principales causas de la deforestación en Brasil, según un nuevo estudio del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR).
Pero cualquier nueva política del gobierno orientada a combatir el problema podría verse socavada por la falta de coordinación y comunicación, señala Mónica Di Gregorio, asociada senior de CIFOR y uno de los autores del estudio,
El intercambio de información y los esfuerzos de coordinación son esenciales para la implementación de políticas de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la deforestación y la degradación forestal (REDD+), afirma el estudio.
Para mapear el intercambio de información y las redes de colaboración en Brasil, los investigadores aplicaron cuestionarios y entrevistas en profundidad a 56 representantes de organismos gubernamentales, organizaciones no gubernamentales (ONG), organizaciones de la sociedad civil, instituciones de investigación, organizaciones del sector privado y donantes.
El estudio encontró que la coordinación entre estos grupos es inconsistente.
Lo más crítico es que el sector privado —una de las principales fuerzas responsables de la deforestación y la degradación forestal— permanece en la periferia de la principales redes de información y formulación de políticas sobre REDD+.
Di Gregorio sostiene que aunque Brasil cuenta con una estructura formal y bien desarrollada de comités interministeriales que buscan reunir a diversos sectores para el diseño y la coordinación de las políticas sobre REDD+, estas “no son muy proactivas en la tarea de llegar a redes más amplias de actores interesados en REDD+”.
“Y esto incluye al sector privado y las organizaciones no gubernamentales. Es una oportunidad desperdiciada”.
Los investigadores también evaluaron si los grupos iban más allá del simple intercambio de información y trabajaban de manera conjunta hacia un objetivo común.
Los resultados del estudio señalan que las ONG se encuentran más involucradas en los esfuerzos conjuntos, mientras que las agencias gubernamentales comparten información pero no colaboran mucho con grupos no gubernamentales.
La falta de coordinación entre la sociedad civil, el sector privado y el gobierno, afecta la gobernabilidad y los resultados de REDD+
“Las organizaciones no gubernamentales están liderando tanto el diseño como la implementación de REDD+”, señala Maria Fernanda Gebara, una consultora de CIFOR que trabaja en la London School of Economics.
“Pero la falta de coordinación entre la sociedad civil, el sector privado y el gobierno, afecta la gobernabilidad y los resultados de REDD+”.
ECONOMÍA, BOSQUES Y CLIMA
La desaceleración de la deforestación sin comprometer los objetivos de desarrollo del país es uno de los mayores retos que enfrentan los responsables de la formulación de políticas, de acuerdo con tres cuartas partes de los entrevistados para el estudio.
“Existe una relación clara entre el crecimiento económico, las causas de la deforestación y los impactos del cambio climático”, señala la autora principal del estudio, Leandra Fatorelli, una consultora de CIFOR que trabaja en la Universidad de Leeds.
Las entrevistas también pusieron de relieve las preocupaciones existentes sobre la necesidad de una coordinación más eficaz, las contradicciones entre las políticas forestales y otros tipos de políticas, la falta de aplicación de la ley, información sobre tenencia de la tierra, el conocimiento sobre REDD+, y la necesidad de consenso sobre el manejo forestal y el ordenamiento territorial.
A nivel nacional, el Grupo Permanente de Trabajo Interministerial para la reducción de las tasas de deforestación de la Amazonia Legal (GPTI) y el Comité Interministerial de Cambio Climático (CIM) son los órganos de coordinación clave encargados del desarrollo de la estrategia nacional de REDD+ de Brasil, pero en los últimos años se han reunido con muy poca frecuencia, señala el estudio.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil lidera la participación del país en las negociaciones internacionales, mientras que el Ministerio del Medio Ambiente se encarga de supervisar la política nacional. Pero el estudio encontró que ambos están desconectados de la red de colaboración.
Según el mapeo realizado por los investigadores pertenecientes a la red de intercambio de información, el Ministerio del Medio Ambiente y los gobiernos de los estados de Acre y Amazonas fueron las entidades gubernamentales mejor conectadas.
Los gobiernos estatales de Acre y Amazonas lideraron las decisiones políticas sobre deforestación, cambio climático, conservación y servicios ambientales, invirtiendo en coordinación con el gobierno federal, señala Mónica Di Gregorio.
Los avances y los esfuerzos de coordinación se desaceleraron alrededor de 2012, y aún más con las elecciones nacionales de 2014, que produjeron grandes cambios en el liderazgo a nivel federal.
Además, algunos procesos necesarios para la implementación de REDD+, como la organización de la tenencia de la tierra y el registro de la propiedad, están tomando más tiempo de lo esperado.
Es realmente importante comenzar a integrar las medidas para reducir la deforestación y la degradación con medidas para la agricultura y la producción ganadera
La estrategia nacional de REDD+, que se encuentra en borrador, establece metas para la coordinación y la gobernanza, pero carece de detalles sobre cómo se cumplirán los objetivos, señalan los autores del estudio.
El apoyo a la estrategia de REDD+ podría incrementarse conforme se acerca la fecha de la cumbre sobre el clima de diciembre de 2015 en París, donde se espera que los negociadores gubernamentales lleguen a un acuerdo sobre un nuevo tratado internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las directrices para REDD+ se ultimaron en una reunión previa a la cumbre, realizada en Bonn, Alemania, en junio de 2015.
“Creo que este año podría haber mucha presión internacional debido a la cumbre de París”, dice María Fernanda Gebara.
“También hay mucho interés en adoptar un enfoque de paisaje y pasar de una política sectorial a una [política] integrada. Es realmente importante comenzar a integrar las medidas para reducir la deforestación y la degradación con medidas para la agricultura y la producción ganadera”.
Gebara también destaca el hecho de que los actores del sector privado son los principales causantes de la deforestación.
“Ellos cuentan con más recursos”, dice. “Es importante crear incentivos o desincentivos para alentarlos a producir de una manera más sostenible”.
Añade que la clave se encuentra en la manera de equilibrar la política forestal con otros intereses, como la seguridad alimentaria.
“La cuestión fundamental para todos los países de REDD+ es cómo alejarse de la forma tradicional de hacer negocios y a la vez garantizar la sostenibilidad”, dice ella. “Ese es el desafío principal”.
Para obtener más información acerca del trabajo de CIFOR sobre REDD+ en Brasil, por favor póngase en contacto con Leandra Fatorelli L.Fatorelli@leeds.ac.uk, Monica Di Gregorio M.DiGregorio@leeds.ac.uk o Maria Fernanda Gebara mfgebara@gmail.com
Esta investigación fue posible gracias al apoyo financiero de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo, la Agencia Australiana para el Desarrollo Internacional, el Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido y la Comisión Europea.
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